Extranjería da cita para marzo a los inmigrantes que quieren renovar su documentación

ABC, 23-09-2008

LORENA PARDO

CASTELLÓN. La crisis económica ha disparado la demanda de servicios en las oficinas que tramitan documentación para los extranjeros. En la de Castellón, la cola de personas abraza, cada día desde las 5 de la madrugada, toda la manzana del edificio para conseguir tan solo un número de atención.

Ayer, la oficina de Extranjería de Castellón daba cita para la renovación de los permisos de trabajo y residencia a ciudadanos comunitarios, para el próximo 3 de marzo de 2009, lo que dificulta la poca contratación que pueda existir y genera situaciones de irregularidad de trabajadores a los que les es totalmente imposible renovar los papeles.

En otros casos, el mismo retraso en la tramitación de expedientes obliga a renovar automáticamente el permiso, una vez pasados los tres meses sin obtener respuesta de la Administración, sin cumplir, muchas veces, requisitos como el hecho de demostrar suficiencia de medios para vivir.

La oficina de Extranjería de Castellón tramita reagrupaciones familiares, permisos de trabajo, autorizaciones de regreso y renovaciones de permisos de residencia y trabajo para ciudadanos extracomunitarios.

En el caso de la ciudadanía búlgara y rumana, la oficina de la Policía Nacional, habilitada hace dos años en la calle Tenerías, ha derivado, por saturación de trabajo, algunos casos a la oficina de Extranjería.

Conflicto social

Pero el problema no solo está dentro del inmueble que abrió sus puertas hace 18 meses. La tensión crece fuera, en la calle, donde un agente de seguridad, contratado a una empresa privada, poco puede hacer por mantener el orden.

Los funcionarios han denunciado ser víctimas de agresiones. Son cuarenta los funcionarios que atienden esta oficina, que en los últimos meses ha duplicado volumen de trabajo. Los trabajadores públicos piden que la propia Subdelegación del Gobierno tome cartas en el asunto y que, al igual que sucede en las Oficinas de Extranjería de Valencia o Alicante, de tal forma que Castellón cuente con medios y la vigilancia de al menos cuatro agentes de Guardia Civil.

El drama se sucede cada día. Muchas mujeres rumanas llegan a las cinco de la mañana para conseguir uno de los 200 números que se repartirán a partir de las 9, cuando abra las puertas.

Turnos agotados

Hay quien llega a la hora de apertura e impone la justicia por su mano, sin que los funcionarios puedan ni siquiera poner orden. Los 200 números, de los que medio centenar son para renovaciones y unos 45 para información, se agotan cada mañana a las 10.

Los trabajadores de la oficina de Extranjería han pedido una reunión con el alcalde de la ciudad, Alberto Fabra, para trasladarle esta caótica situación durante la jornada de hoy.

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