Muere una rumana tras recibir once puñaladas a manos de su ex pareja

ABC, 23-09-2008

ABC/M. J. S. M.

VALLADOLID. La violencia de género volvió ayer a teñir de negro la jornada en Pedrajas de San Esteban once meses después cuando se conoció la muerte de una mujer de 42 años, de nacionalidad rumana y que responde a las iniciales M.V., a manos de su ex pareja, con iniciales I.B. cuando éste la abordó en la fábrica «Derivados y Sistemas Metálicos» en la que ambos trabajaban y le asestó once puñaladas: cinco de ellas en el cuello, una en la tráquea, una en la axila izquierda, una en el tórax y tres en las muñecas.

Los hechos sucedieron sobre las 13.40 horas en el número 10 de la calle Z del polígono de Los Albergueros cuando el Servicio de Emergencias recibió una llamada en la que se alertaba de que una mujer había resultado herida por arma blanca en el citado polígono y que estaba siendo trasladada al centro de salud de Íscar.

El 112 dio aviso a la Policía Local de Pedrajas de San Esteban, a la Guardia Civil y a la Gerencia de Emergencias Sanitarias de Sacyl, que desplazó al centro de salud de Íscar una UVI móvil y una ambulancia de soporte vital básico. Ya en el centro de salud iscariense la víctima falleció poco después. El presunto autor, de 44 años, fue detenido pocos minutos después cuando se presentó en el cuartel de la Guardia Civil autoinculpándose de los actos, según informa Ical.

Separados desde hace un año

Al parecer la víctima y el agresor habían compartido durante más de cuatro años residencia en Íscar en el número 11 de la calle San Pedro, pero desde hacía un año habían puesto fin a su relación, según indicó el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Cecilio Vadillo.

Tras conocer el suceso, el alcalde de Íscar, Alejandro García Sanz, lamentaba ayer la pérdida de la mujer de origen rumano a la que definió como «muy activa, trabajadora y afable» destacó su «perfecta integración» en Pedrajas, donde residía desde hace algo más de cinco años junto a su hija de 23 años, que trabajaba como camarera en una cafetería del municipio. «Era una vecina más», añadió.

Para el primer edil de Pedrajas de San Esteban «estos actos no se pueden consentir». Alejandro García recordó que en Íscar conviven personas de 27 nacionalidades diferentes, aunque las comunidades de rumanos y búlgaros son las más numerosas.

Por su parte, el alcalde de Pedrajas de San Esteban donde trabaja la M.V. mostró su «sorpresa e indignación» ante el fallecimiento de la mujer y condenó un acto de violencia que este municipio vallisoletano «ha sufrido» por segunda vez.

La muerte de ayer de la mujer de 42 años eleva a dos las víctimas por violencia de género en este municipio vallisoletano en apenas once meses. El pasado 29 de octubre de 2007 un hombre de 60 años, identificado como Jesús G. R, se entregó a la Guardia Civil tras haber asesinado a su esposa con una estaca en la vivienda conyugal de Pedrajas.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)