El discurso de la acogida de inmigrantes es más propio, en teoría, de los partidos de izquierda. Una de las primeras decisiones del Gobierno de Zapatero fue la legalización masiva. Fue el socorrido “papeles para todos”. Pero en la Comunitat, el PP es el que ha tomado la delantera en la materia. Para ello, el presidente Francisco Camps creó la conselleria de Inmigración. Una cartera que surgió tras el buen resultado que dio la experiencia piloto del área de Cooperación que dirigió Gema Amor.

Uno de los argumentos principales de las ponencias del PP para el congreso regional es la importancia de la inmigración. Más de 800.000 extranjeros – o nuevos valencianos, como los llama el PP – han llegado a la Comunitat en los últimos años.

El PP montó ayer un gran acto para trasladar sus propuestas en esta materia. Este tipo de acontecimientos siempre está apoyado por dirigentes de asociaciones de ciudadanos de otros países residentes en la Comunitat. Ayer no fue una excepción. El número dos del partido, Ricardo Costa, lanzó un mensaje contundente: “El que se considere enemigo de los inmigrantes lo es del PP”.

El discurso tradicional de las fuerzas de izquierda es que el PP está en contra de la inmigración. Es uno de los estereotipos que crea la política. Costa reconoció que ese mensaje existe: “Nos acusan que no hacemos políticas de igualdad y han venido 800.000 personas a nuestra comunidad. Algo estaremos haciendo bien”.

Durante su intervención, el número dos del PP valenciano criticó la gestión del Gobierno de Zapatero. Costa aseguró que no se puede pasar “del papeles para todos a limitar la contratación de inmigrantes en su país de origen”. Para el dirigente popular la política del Gobierno “está KO en políticas de inmigración”.

El conseller de Inmigración, Rafael Blasco, que asistió al acto celebrado en la sede del PP, recordó que la Comunitat Valenciana “fue el primer territorio en destinar el 0,7% de su presupuesto a proyectos de cooperación”.

Tres de las cuatro ponentes del congreso popular adelantaron ayer parte del contenido de sus documentos. Tanto Isabel Bonig como Mercedes Alonso y María José Catalá apostaron por medidas concretas para la integración de inmigrantes.

Una de los proyectos anunciados por Alonso fue el impulso a la formación profesional para que las personas que llegan de otros países tengan más posibilidades a la hora de encontrar un puesto de trabajo. Catalá señaló que la Comunitat “se presenta como una tierra de oportunidades”. Bonig, por su parte, apuntó que la educación debe ser el mejor instrumento para la integración.

Las tres ponentes, que tendrán un papel destacado en la futura dirección del PP, coincidieron en reclamar al Gobierno de Zapatero los 1.000 millones de euros extra al año que reclama el Consell. Una aportación destinada a pagar el gasto que genera el millón más de habitantes que hay en la Comunitat desde 1999.

Costa negó que este tipo de actos tengan una intención electoral: “No es una cuestión de peso en votos”. De hecho, se ha constatado que son pocos los extranjeros con derecho a voto que acuden a las urnas. Así se ha experimentado con la comunidad rumana ubicada en la provincia de Castellón.

Los populares también tuvieron un recuerdo para los miles de valencianos que dejaron la Comunitat para buscar un futuro mejor.