La Policía arresta a tres rumanos que amenazaban y extorsionaban a compatriotas Más de siete meses de investigaciones de los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía se han saldado con la detención de tres individuos que se estaban apoderando del negocio de la prostitución en la zona de la barcelonesa localidad de Castelldefels a través de extorsiones y amenazas. En esta ubicación se encuentran conocidos clubs de alterne como el Saratoga y el Riviera.

Fuentes de la investigación explicaron a EL MUNDO que un juzgado de Gavà ya ha ordenado el ingreso en prisión provisional de dos de los tres arrestados.

La operación, bautizada con el nombre de Florin, se inició el pasado mes de febrero después de que una decena de trabajadoras sexuales que habitualmente ejercen en la autovía de Castelldefels contactaran con policías para explicar que estaban siendo amenazadas y coaccionadas por parte de un grupo de cuatro individuos de nacionalidad rumana. Según las mujeres, estos hombres les exigían el pago diario de 50 euros o de 10 euros por cliente, a cambio de poder trabajar en la zona, ya que si no accedían a sus presiones serían obligadas a abandonar esa ubicación y serían sustituidas por nuevas mujeres controladas por esta organización.

Para poder iniciar de forma oficial las pesquisas, el 29 de febrero, dos de las víctimas acudieron a las dependencias de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) del Cuerpo Nacional de Policía de Barcelona. Durante su comparecencia, las mujeres identificaron fotográficamente a tres de los integrantes de esta red.

Dos de los arrestados ya habían sido identificados y detenidos al constatarse su pertenencia a una red de proxenetas rumanos en 2006. De hecho, fue el mismo grupo de la UCRIF el que los capturó también entonces. Esta organización se dedicaba a captar mujeres de nacionalidad rumana en su país de origen en estratos sociales bajos y gracias a falsas promesas de trabajo en el ramo de la hostelería o de la limpieza. Después las trasladaban a España para obligarlas a prostitutirse en la calle, y más concretamente, en la zona de la la autovía de Castelldefels.

Como pudieron constatar entonces los investigadores, los proxenetas se apoderaban de la totalidad del dinero que cobraban las trabajadoras sexuales para sufragar una supuesta deuda contraída con la red.Los miembros de la red controlaban los movimientos de las prostitutas a las que amenazaban, coaccionaban y agredían para que no huyeran.

Fuentes policiales señalaron que los dos detenidos entonces cesaron esta actividad en Barcelona tras ser puestos en libertad, pero reaparecieron a finales de 2007 con la intención de hacerse con el control de la prostitución en la zona.

Una vez identificados de nuevo gracias a las declaraciones de las víctimas, los investigadores de la Policía montaron un dispositivo con la intención de capturar a los proxenetas. Sin embargo, estos individuos fueron alertados de que estaban siendo buscados y desaparecieron de la zona. No obstante, los policías cursaron una orden de búsqueda y captura para cada uno de ellos y poco después tuvieron conocimiento de que habían sido identificados en la Junquera unos días después de la declaración de las víctimas.

El 21 de mayo, F. G., de 38 años, y E. C., de 22 años, dos de estos hombres fueron identificados en la provincia de Alicante en control rutinario de la Guardia Civil. Los miembros del Instituto Armado informaron a la Policía de este hecho y se procedió a su detención. Por último, el pasado 15 de septiembre fue reconocido el tercero de los miembros de esta organización, M. G., de 42 años, en el puesto fronterizo del Cuerpo Nacional de Policía.

La operación no está cerrada porque los agentes siguen buscando al cuarto integrante de esta red, un varón de unos 25 años de complexión delgada y cabello negro.