Un satélite espía controlará desde octubre los cayucos

Un satélite, situado a 37.000 kilómetros de altura, encima del Atlántico, ayudará a controlar todo movimiento sospechoso de embarcaciones en las aguas que separan Canarias de África. La información estará controlada desde el Centro de Coordinación Regional de la Guardia Civil de Las Palmas.

El Día, DORY MERINO, 21-09-2008

Es evidente que no se pueden poner puertas al mar, pero también se constata que la preocupación por los números que ha alcanzado la inmigración clandestina en cayucos y pateras supone un pulso de estrategia entre los organizadores de las expediciones clandestinas que cambian de ruta y mejoran la tecnología que llevan a bordo y los gobiernos europeos que invierten en vigilancia para intentar blindar sus fronteras.

La última novedad por parte del Gobierno español, en colaboración con algunos países africanos, es un satélite que se encuentra a 37.000 kilómetros de altura, encima del Atlántico, para poder controlar el movimiento de los cayucos, “barcos negreros” y también tráfico de drogas o terrorismo, en tiempo real. Toda la información estará controlada desde el Centro de Coordinación Regional de la Guardia Civil de Las Palmas (CCRC).

Parece que el despliegue aeronaval que lleva más de un año en las costa africana no ha logrado su objetivo: disuadir a los inmigrantes a realizar su travesía hasta el Archipiélago en cayuco.

La ofensiva diplomática puesta en marcha de forma continuada en los países de origen y el reforzamiento de los servicios de inteligencia han dado a conocer que existen migraciones interiores en África y también movimientos de población de unos países a otros.

En las tres últimas décadas, circunstancias como las severas sequías, la desertificación, la deforestación y las guerras que azotan el continente se han convertido en poderosos factores de migraciones internas. Se calcula que son unos 30 millones de personas las que se mueven por el continente africano. Esta información ha resultado “preocupante” para Europa y, por supuesto, para España.

El Ejecutivo español desarrolla, desde el verano de 2005 una importante iniciativa diplomática en el marco comunitario, con el objetivo de que la UE brinde “apoyo logístico” para el control de los flujos migratorios llegados desde África, y despliegue infraestructura militar, tanto marítima como aérea, para el control de las fronteras.

Especialmente, en los países que han sido definidos como “zonas calientes”, es decir, países de origen y de paso en las rutas migratorias. Aquí se encuadran las acciones puestas en marcha por la Agencia Exterior de Fronteras de la Unión Europea (Frontex).

La ofensiva diplomática española basa su estrategia en el Plan de Acción para África Subsahariana (Plan África), aprobado en el Consejo de Ministros celebrado el 19 de mayo de 2007.

La elaboración del Plan África se inició tras los sucesos acaecidos en las vallas de Ceuta y Melilla durante el segundo semestre del año 2006. El plan fue aprobado apresuradamente, coincidiendo con la llegada de miles de inmigrantes a Canarias, lo que provocó que se denominara “la crisis de los cayucos”, por haberse contabilizado unos 32.000 que alcanzaron con vida las costas del Archipiélago y con la imposibilidad de saber cuántos murieron en las travesías.

El próximo mes comienza a funcionar el operativo que está conectado con el satélite espía, porque éste lleva dos años funcionando correctamente.

A las 22:33 horas de la noche del 11 de marzo de 2006 se lanzó al espacio con éxito el satélite español “Spainsat”, desde la Guayana francesa. Con este segundo satélite, Hisdesar Servicios Estratégicos completa el programa avanzado de comunicaciones gubernamentales para el Ministerio de Defensa y para otros gobiernos de países aliados, compuesto también por el satélite Xtar-Eur, lanzado en febrero de 2005.

Spainsat está situado a 36.000 kilómetros de altura en la posición orbital de 30 grados Oeste y opera desde los centros de control de satélites de Arganda del Rey (Madrid) y Maspalomas (Gran Canaria).

“Spainsat” ocupó su posición geoestacionaria (siempre en el mismo sitio) y allí se mantendrá durante los próximos 15 años para ofrecer servicios de comunicaciones seguras para usos gubernamentales. Hisdesar amplía con este programa la capacidad de su sistema de comunicaciones en banda X y K, cuya cobertura alcanza las dos terceras partes de la superficie terrestre, desde Singapur hasta Denver. El objetivo del programa es ofrecer soluciones eficientes para la política exterior, de seguridad y de defensa, que incluyen misiones de paz, ayuda humanitaria o catástrofes naturales.

El Ministerio de Interior encargó a Indra, una multinacional española de tecnología de la información, el sistema de control de la inmigración irregular y el narcotráfico en los países del Atlántico Sur, “Sea Horse Network”.

El sistema sirve para el intercambio de información entre la Guardia Civil y los cuerpos de seguridad equivalentes en Portugal, Mauritania, Senegal y Cabo Verde, con el fin de mejorar la cooperación sobre estas materias entre los países citados y en norte de África.

Por este motivo se han instalado centros de información en cada uno de los países participantes y un centro de control en Gran Canaria, inaugurado este mismo mes.

Los centros están comunicados entre sí por una red segura vía satélite, que permitirá trasmitir información sobre flujos de inmigración, localización e interceptación de embarcaciones sospechosas y cooperación de operaciones de rescate. La información en tiempo real está facilitada por los agentes del CNI desplazados en África y el sistema de identificación automática marítima AIS, que permiten la visualización de las amenazas, también en tiempo real. Además del SIVE, aunque está sólo en las islas orientales. El Gobierno ha prometido que antes de que finalice 2008 estará también en las occidentales.

En el CCRC, en Las Palmas, también se integrarán las comunicaciones de voz del sistema con las redes de comunicación de voz de la Guardia Civil. Cada centro remoto accederá a él para realizar las consultas o almacenar los datos requeridos desde cada puesto de operación.

La nueva red de comunicaciones se basa en tecnología IP y utiliza un doble cifrado de la información transmitida; además se utilizará una antena de alas de murciélago de 4 puertos y 3,8 metros, que dotará al sistema de la posibilidad de ampliar la capacidad de transmisión de datos y el número de unidades subscritas al sistema", porque se pretende que se convierta en un sistema de intercambio de información multinacional.

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