Un grupo de marroquíes acorrala en la frontera de Melilla a mandos policiales

Diario Sur, M.J.A., 20-09-2008

Un grupo de ciudadanos marroquíes acorraló la tarde del pasado jueves a varios mandos de la Policía Nacional, Guardia Civil y Agencia Tributaria cuando regresaban de Beni – Enzar (Marruecos) a Melilla, tras conocer que entre ellos se encontraba el jefe de los puestos fronterizos del Cuerpo Nacional de Policía, al que supuestamente «agredieron con puñetazos y patadas», según explicó el portavoz de los manifestantes, Said Chramti.

No obstante, este extremo no fue confirmado por la Delegación del Gobierno, quien sí reconoció la existencia del incidente y la protección de la policía marroquí, aunque sin aclarar si hubo o no tal agresión al agente de la autoridad.

El inspector jefe de la Policía Nacional había sido objeto de las críticas de un grupo de sociedades civiles marroquíes, al acusarlo de agresiones y maltrato a marroquíes que cruzan la frontera, hasta el punto de señalar que rompía sus pasaportes y les golpeaba, como ocurrió presuntamente con una mujer que necesitó más de 20 puntos de sutura para cerrar una brecha en la frente.

El jefe del puesto fronterizo al parecer acompañaba al Jefe Superior, Juan Manuel Callejas, y a otros mandos de la Policía y Guardia Civil así como de la Agencia Tributaria, aunque, según Said Chramti, «sólo se agredió a jefe fronterizo, al que se sacó del coche tras entrenarnos de que estaba en Beni – Enzar».

La Delegación ha emitido un comunicado en el que no hacía ninguna referencia a si hubo o no tal agresión, de la que habla el dirigente marroquí. Así, la nota enviada por el organismo que dirige Gregorio Escobar recoge que el jueves se llevó a cabo una reunión en las instalaciones marroquíes de la frontera de Beni – Enzar, de las que se producen con cierta periodicidad entre los responsables aduaneros y policiales de ambos lados de la frontera, en la que participaban mandos de la Guardia Civil, del Cuerpo Nacional de Policía y de la Agencia Tributaria de Melilla .

Asimismo, añadió que concluido el encuentro, los funcionarios españoles regresaban a las instalaciones fronterizas de nuestro país, distante unos 500 metros de la Aduana marroquí, «cuando empezaron a ser acosados e insultados por un grupo de individuos».

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