Un grupo de marroquíes «acosaron e insultaron» a agentes españoles en las inmediaciones con la frontera de Melilla, según informó ayer la Delegación del Gobierno. Los hechos se produjeron el jueves por la tarde, después de que mandos de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y de la Agencia Tributaria de Melilla participaran en una reunión con responsables aduaneros y policiales marroquíes, que se desarrolló en las instalaciones que Marruecos tiene en la misma frontera.

Según la Delegación del Gobierno, al salir de la reunión, cuando los funcionarios y agentes regresaban a territorio español, a unos 500 metros de la aduana marroquí, comenzaron a «ser acosados e insultados» por un grupo de individuos. Con la ayuda de algunas personas de Marruecos, los funcionarios españoles pudieron refugiarse en un establecimiento, hasta que dos agentes marroquíes se personaron en el lugar y, tras pedir «oportunos refuerzos», posibilitaron su regreso a Melilla.

Por su parte, el presidente melillense, Juan José Imbroda, expresó su repulsa ante lo sucedido en la frontera y pidió las medidas necesarias para evitar que se repita. Imbroda manifestó que «es hora de que pare y cese esa forma de reclamar que tienen» y se mostró convencido de que Marruecos «no tiene nada que ver» con estos hechos, sino que se trata de movimientos «incontrolados» de algunos que «se están pasando de castaño oscuro».

El secretario general del PSOE en Melilla, Dionisio Muñoz, expresó el apoyo a los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en unos hechos que se circunscriben a un plano «puntual y personal».