Los ciudadanos gambianos, junto a los 112 policías españoles que los custodiaban, estuvieron esperando metidos en el aparato más de 7 horas Repatriados de ida y vuelta. Los 101 gambianos que la Policía española intentó devolver ayer a su país de origen no recibieron permiso de las autoridades locales para desembarcar del avión en Banjul, la capital del país, y regresaron a España en el mismo aparato en que habían llegado, junto a los 112 agentes españoles que los custodiaban.

El regreso fue la solución pactada por los gobiernos de ambos países tras siete horas metidos todos en el avión, a la espera del OK de las autoridades gambianas. Policías locales apostados en la pista habían impedido hasta entonces tanto el desembarco como el despegue de la nave.

En todo este tiempo, al que hay que añadir las casi tres horas del vuelo de ida y otras tantas de vuelta, escasearon el agua y los alimentos, dispuestos para un rápido viaje Fuerteventura – Banjul – Fuerteventura. La falta de aire acondicionado llegó a provocar nerviosismo y algunos momentos de tensión.

La policía local alegó un defecto burocrático por parte española: que en la documentación presentada faltaba la firma de un alto responsable del Gobierno gambiano. Sin embargo, los ministerios españoles de Interior y Exteriores aseguraron que todo el procedimiento estaba en regla y que el Gobierno gambiano conocía los detalles del viaje y había autorizado la misión de repatriación.

El rechazo fue toda una sorpresa. Fuentes de Interior explicaron que puede haber otros motivos, no confesados oficialmente; incluso, otras fuentes consultadas indicaron a este periódico que se habrían producido exigencias de tipo económico.

El vuelo de Air Europa que los llevaba a todos ellos había llegado a Banjul, a las tres de la tarde, hora española. Recibió permiso para aterrizar en el aeropuerto y, de hecho, el personal de las instalaciones acercó al aparato la escalerilla de acceso, pero nadie pudo bajar. Los policías gambianos retiraron la escalerilla y cerraron las puertas del avión.

Había despegado a las 6.00 de la mañana del aeropuerto de Madrid – Barajas, con destino a Fuerteventura, donde los policías (106 de base y otros seis mandos) recogieron a los inmigrantes, que habían llegado ilegalmente a Canarias. La mayoría de ellos había apurado casi al máximo el tiempo de estancia permitido en los centros de acogida, por lo que cabe la posibilidad de que queden libres tras su regreso a España.

Según Exteriores, la operación tuvo el visto bueno del Gobierno gambiano desde el primer momento, cuando delegados del Ejecutivo español comunicaron, in situ, los detalles de la misión y la identidad de los repatriados. Después, todos las comunicaciones remitidas desde la Embajada española en Dakar (Senegal), escritas y telefónicas, fueron acatadas en virtud de los acuerdos firmados por ambos países. Ahora España se plantea revisar esos acuerdos, especialmente la ayuda económica que incluyen.

El avión llegó anoche con todo su pasaje al aeropuerto de Las Palmas, sobre las 00.20 horas.