Era una más, una reunión de las habituales entre mandos policiales de España y Marruecos, pero pudo convertirse en un episodio de graves consecuencias.

Ocurrió el pasado jueves por la tarde en Beni Enzar (Marruecos). Habían acudido mandos de la Policía Nacional, de la Guardia Civil y de la Agencia Tributaria. Los encuentros con sus colegas marroquíes se celebran en el acuartelamiento de esa localidad marroquí cercana a la frontera de Melilla con periodicidad. Analizan asuntos policiales, fundamentalmente de lucha contra el narcotráfico, el blanqueo y la inmigración ilegal.

La reunión se celebró sin problemas. Finalizó sobre las 17.00 horas. En ese momento, los responsables españoles abandonaron a pie las instalaciones y se dirigieron al puesto fronterizo, a apenas 500 metros de distancia. Todos iban de paisano. A esas reuniones, según explicaron fuentes policiales, no acuden con uniformes nunca para que no se les reconozca.

Pero, por el camino, un pequeño grupo de marroquíes comenzó a increparles, insultarles y acosarles. No se ha podido determinar si porque alguien reconoció a alguno de los agentes españoles.

Aceleraron el paso. El grupo de acosadores fue en aumento. Algunos, incluso, trataron de agredir a los mandos de Interior y de Hacienda. Llegó un momento en que se vieron acosados por más de medio centenar de personas, según explicaron estas fuentes, y decidieron entrar en un local público de la localidad, ya casi en la frontera, ante el riesgo evidente de ser agredidos. Los agentes se refugiaron del acoso en una peluquería. Los guardias marroquíes del puesto fronterizo se percataron del acoso y acudieron en auxilio de la representación española. Pero los dos agentes de fronteras no eran suficientes y tuvieron que pedir refuerzos. Pasaron interminables minutos hasta que llegaron más policías del país vecino. El medio centenar de acosadores se fue diluyendo como un azucarillo.

Afortunadamente, el incidente no pasó a mayores pero si ha despertado gran preocupación entre los responsables policiales. Es poco probable que puedan repetir estas reuniones frecuentes en el mismo acuartelamiento. Además, los mandos que acudieron al encuentro del jueves no accederán ni abandonarán más las dependencias policiales marroquíes a pie ya que el riesgo de ser reconocidos de nuevo es ahora más alto, según explicaron estas mismas fuentes. Entre los mandos policiales se encontraba el jefe superior de Policía de Melilla, el teniente coronel de la Guardia Civil de la zona y un alto representante de la Agencia Tributaria, entre otros.

El delegado del Gobierno en la ciudad autónoma, Gregorio Escobar, señaló que se ha dado cuenta de este incidente a las autoridades consulares para que desarrollen «la información prevista en estos casos». El presidente melillense, Juan José Imbroda, mostró su repulsa ante lo sucedido en la frontera y pidió que se adopten medidas para que no se repita.