La mejilla izquierda de Washington Tobar Padilla (Quito, 1948) está partida por una cicatriz. Un accidente de tráfico en Ecuador hace más de 20 años. Fue en una de sus muchas vidas. La primera, hasta la treintena, fue la de futbolista profesional en el América. Después, la de empleado de banca. Más tarde, ya con 50 años, la del hombre arruinado. La penúltima, la de peón de albañil en España. La que inauguró ayer, la de vocal de la ejecutiva de los populares. Un fichaje “para conocer de primera mano la sensibilidad de la gente que viene a buscarse la vida”.

Pregunta. ¿Cómo contactó el PP con usted?

Respuesta. Teníamos contacto por mi fundación de jóvenes y me ayudaron. Me afilié hace unos meses y ahora me han llamado para esto. Los inmigrantes tendemos a ser poco comunicativos y yo creo que hay que arriesgar e integrarse en todos los niveles, incluido el político.

P. ¿Sabe cuál va a ser su función?

R. Bueno, no estoy muy enterado todavía, pero mi objetivo es que se sienta y se conozca la vida diaria de los inmigrantes.

P. ¿Cuándo llegó a España?

R. Vine en julio de 2001. Antes había venido mi mujer con un hijo. En Ecuador me sentía solo y poco atendido, así que me vine.

P. ¿Qué hace ahora profesionalmente?

R. Empecé de peón de albañil, pero luego alguien me reconoció como futbolista y me ofreció trabajar en la Asociación de Pueblos del Ecuador en Madrid llevando equipos deportivos.