Catalunya es líder de la OCDE en fracaso escolar de los inmigrantes

Un estudio alerta de la diferencia de rendimientos entre la población autóctona y la venida de fuera La Fundació Bofill atribuye la situación a la falta de especialistas y pide más atención y recursos

El Periodico, , 18-09-2008

JORDI CASABELLA
BARCELONA

La edición del 2006 del Informe PISA, que se elabora cada tres años y que mide los conocimientos del alumnado de 15 años de los países de la OCDE, dejó en mal lugar a Catalunya. Ahora, un estudio de la Fundació Jaume Bofill que ha desmenuzado aquellos resultados ofrece un panorama aún más desalentador. El trabajo muestra que en el sistema educativo catalán los rendimientos de los inmigrantes no solo quedan lejos de los que obtiene la población autóctona sino que esas diferencias son más considerables aquí que en la gran mayoría de los países desarrollados. Y lo que es peor: que en ningún otro lugar los extranjeros registran un nivel tan bajo de conocimientos en ciencias y comprensión lectora.
Los autores del estudio, que ha dirigido el catedrático de la UAB Ferran Ferrer, sostienen que el elevado número de inmigrantes escolarizados en Catalunya (un 9% de la población escolar en el 2006, cuando se realizaron las pruebas del último Informe PISA) no explica lo sucedido. Sin ir más lejos, el conjunto de España o Italia, con mayores porcentajes de recién llegados entre el 2003 y el 2006, “ofrecen más y mejores oportunidades equitativas al alumnado no nativo”, afirman. En Catalunya cerca de un 20% del alumnado de 15 años se halla en situación de “riesgo grave” de fracaso escolar, un porcentaje que crece espectacularmente entre la población foránea.
Las desigualdades tampoco hay que achacarlas al bajo nivel socioeconómico y cultural de la mayoría de los inmigrantes. El estudio precisa que, descontado el efecto de esas variables, la brecha entre los rendimientos de uno y otro colectivo sigue siendo apreciable.

DÉFICITS
Ferrer responsabiliza de ello a “un tratamiento erróneo de la diversidad cultural”. “Hacen falta especialistas para atender al alumnado inmigrante, del mismo modo que ya nadie pone en cuestión que un niño con deficiencias sensoriales o motoras precisa de los cuidados de un experto”, precisó. “Hay profesorado dedicado en cuerpo y alma a los recién llegados, pero les hacen falta herramientas pedagógicas para poder tener éxito”, añadió.
El director del estudio incluye entre los males que dan alas al fracaso escolar de los recién llegados la existencia de “clases con 26 párvulos de 4 años (P-4), la mayoría extranjeros, y una sola maestra”, una situación nada recomendable en una etapa que resulta decisiva de la formación. “Nadie ha de sorprenderse de los malos resultados académicos que se obtendrán después”, espetó.
Ferrer agregó que las experiencias llevadas a cabo para atender a los recién llegados, como las aulas de acogida, no han sido objeto de “una evaluación a fondo” que permita detectar sus puntos débiles. “Hay un problema de distribución de recursos”, aseguró, en el sentido de que, a su juicio, la Conselleria de Educació tendría que priorizar la inversión en ese tipo de equipamientos. “Las aulas de acogida tendrían que ser las niñas de sus ojos”, puntualizó.
El director de la Fundació Jaume Bofill, Jordi Sánchez, advirtió de que “cualquier esfuerzo que se haga desde la Administración con los recién llegados es escaso” para combatir unos índices de “fracaso excesivo”. E insistió en que en el caso de los extranjeros, y contrariamente a lo que ocurre con la diferencia de rendimientos que se detecta entre el alumnado escolarizado en el sector público y el concertado, la pertenencia a una u otra clase social no explica los resultados.
El estudio muestra que, al igual que sucede en la mayoría de los países que han participado en el estudio de la OCDE, la posición económica y cultural de las familias es el principal motor de las desigualdades en los resultados educativos del alumnado autóctono. En Catalunya, si se resta de la influencia de ese factor, “las diferencias entre la escuela pública y la privada no son significativas”, certificó Ferrer. De ahí se deduce que si la tipología de las familias que acceden a los centros concertados tuviera un caracter más interclasista, con una mayor presencia de las clases bajas en la composición del alumnado, los resultados entre una y otra red tenderían al equilibrio.
Los responsables del trabajo fijan también su atención en los niveles de eficiencia del sistema educativo catalán en comparación con los países que disecciona el Informe PISA. Los autores concluyen que, “de acuerdo con el estatus socioeconómico y cultural de las familias, el nivel de estudios de los padres y el gasto público en educación, Catalunya debería tener claramente mejores resultados educativos” e invita a indagar en las causas de ello.

COMPARATIVA A
diferencia de Finlandia, Estonia, Canadá, Hong-Kong, Chequia, Corea u Holanda, que extraen rendimientos educativos superiores a los que les correspondería por su nivel económico y cultural, Catalunya, como España, Francia, Letonia o Dinamarca, o todavía de forma más escandalosa Portugal, Grecia o Italia, desaprovechan su potencial, según el estudio.

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