Rajoy deja caer

El País, 17-09-2008

Rajoy dijo ayer que se le había malinterpretado al acusarle de haber relacionado el alto número de extranjeros que cobran el desempleo con el de andaluces que se van a buscar empleo a Francia. Si quería decir otra cosa se expresó mal, porque eso fue lo que entendieron todos los periodistas presentes. Sin embargo, es verdad que no dijo, sino que dejó caer. Si alguien afirma que cada vez que Pepito acude al estadio su equipo pierde, no está acusando a Pepito de ser gafe; sino dejando caer que lo es.

El líder del PP estaba defendiendo la “necesidad de modificar la política de inmigración”, y tras advertir que se empiezan a ver “cosas que no son buenas” deslizó que había 180.000 extranjeros cobrando el paro y 20.000 andaluces camino de la vendimia francesa. No dijo que lo uno fuera consecuencia de lo otro: se limitó a dejar que los que le escuchaban – los miembros de la junta directiva del PP – creyeran que eso era lo que pensaba su jefe.

Ocurre que cuando alguien comienza a decir lo que supone que los suyos esperan que diga, termina por convencerse de que es eso lo que piensa realmente. Rajoy niega haber cuestionado el derecho de los trabajadores extranjeros (que cotizan como los españoles) a cobrar el seguro de paro: “Hasta ahí podíamos llegar”, dijo ayer. Pero lo cierto es que al juntar españoles en la vendimia con extranjeros cobrando el paro está alimentando la confusión de quienes culpan a los inmigrantes del desempleo nacional.

La cosa no es tan simple. El paro, que era en 1999 del 12,5%, se había reducido al 8% en 2007, pese a la llegada en ese periodo de cuatro millones de inmigrantes. Un cálculo realizado en 2005 demostró, por otra parte, que los inmigrantes aportaron ese año a las arcas públicas 23.000 millones de euros, y originaron un gasto de 18.000 millones: un saldo positivo para el Estado de 5.000 millones que beneficia a todos los españoles.

Los trabajadores extranjeros que cobran el subsidio no reciben una ayuda caritativa sino aquello a lo que tienen derecho por sus cotizaciones. Y los españoles que van a la vendimia francesa lo hacen también cuando el paro se reduce: porque allí pagan más. Dejemos a Pepito tranquilo.

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