Regreso a las aulas

El reto de la bienvenida

El curso se abre con polémica por los espacios de acogida de inmigrantes

La Vanguardia, , 16-09-2008

MERCÈ BELTRAN – Barcelona

El otoño se presenta movido por la amenaza del sindicato Ustec de una huelga contra de Educación la ley
a puesta en marcha de los espacios L de bienvenida educativa (EBE), lugares por los que pasarán los jóvenes inmigrantes que llegan con el curso empezado antes de integrarse en el colegio, centró la polémica en el primer día clases en Catalunya, donde arrancó el curso con absoluta normalidad. La iniciativa de la Conselleria de Educació abre un debate sobre si esta idea, pionera en el territorio español, es segregadora y racista o contribuye a la cohesión.

Los principales recelos y las críticas partieron ayer del sindicato

Ustec-Stes, SOS Racisme, Associació de Mestres Rosa Sensat y del sindicato de estudiantes AJEC. Sin embargo, aunque con cautelas, es bien vista por sectores del profesorado y de la escuela concertada.

La propuesta de Educació, en la que la colaboración de los municipios es básica, pretende facilitar la acogida de inmigrantes, alumnos y familias, que llegan a una localidad cuando el curso ha comenzado, y es similar a experiencias que se han seguido en Canadá y Australia. De momento, y de forma experimental, ayer entró en funcionamiento en Vic y en octubre empezará a funcionar en Reus. En Vic se ubica en la Casa de la Caritat, y en Reus se instalaran tres, uno en un centro de primaria (CEIP), otro en uno de secundaria (IES) y un tercero en un centro concertado (La Salle). No se descarta la posibilidad de que este curso se pueda abrir un EBE en Manlleu.

Los espacios de bienvenida son lugares independientes de los centros educativos en los que se recibe a los recién llegados. Las familias están unas 10 horas, distribuidas durante la semana, en las que se les informa del sistema educativo, costumbres, y se les enseña un vocabulario básico en catalán. Los niños, de 8 a 18 años, estarán cuatro horas por la mañana en las que se averigua su nivel académico, se establece un primer contacto con la lengua catalana y se les da formación sobre aspectos culturales. Por la tarde, los jóvenes participarán en las actividades de los planes de entorno de cada localidad o zona. El tiempo de estancia es variable, aunque se prevé un máximo de un mes antes de integrarse en la escuela. Cada EBE acogerá a unos 20 jóvenes y estarán estarán abiertos durante el verano.

Los EBE estarán en contacto con los directores de los centros escolares y los responsables de las aulas de acogida, que serán los que decidirán cuándo se inicia la estancia del niño en el centro escolar. El paso por el EBE no será obligatorio, y no todos los niños que lleguen durante el curso tendrán necesidad de pasar por él, dependerá de su situación emocional, de su capacidad para entender y hacerse entender y de su nivel académico. Educació ha decidido que se empiece a partir de los 8 años porque es cuando se entra en el segundo ciclo de Primaria, en el que ya se requiere un nivel de lectura y escritura.

SOS Racisme, Ustec-Stes, la Associació de Mestres Rosa Sensat, criticaron ayer con dureza la propuesta, aunque con algún matiz por parte de la Associació de Mestres Rosa Sensat, por considerar que se vulnera el derecho a la educación de los niños, al no albergarlos directamente en un centro educativo, y asegurar que se trata de una medida segregadora. Educació argumenta que cuando un niño llega a una localidad con el curso iniciado “no se escolariza de inmediato, pueden pasar 15 días antes de que se encuentre escuela. No sé qué es mejor”, comenta Joan Badia, director general de Innovació.

Badia rechaza que la conselleria haya cambiado de opinión, como argumentan Ustec, SOS Racisme y la Associació de Mestres Rosa Sensat, y sostiene que el sentido de acogida integral se ha mantenido invariable en todas las conversaciones con los alcaldes.

Sectores del profesorado, desde un punto de vista individual, directores de centros y distintos representantes de la escuela concertada, apoyan la iniciativa, aunque con cautelas hasta ver cómo se consolida. “Si yo llegara a Rusia con mis hijos sin saber ruso preferiría que antes de ir al colegio pasaran por un estadio intermedio para familiarizarse con la lengua y no lo vería como un acto de racismo, pero tal vez no es políticamente correcto decir eso”. La reflexión de un maestro resume alguno de los argumentos favorables a los EBE.

Pese a la placidez del primer día, el otoño podría ser movido ya que el principal sindicato de docentes, Ustec-Stes, ha amenazado con convocar otra huelga general por la ley de Educación.

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