Rajoy critica que muchos extranjeros cobran el paro mientras los españoles emigran a Francia

El presidente del PP pide al Gobierno que reforme la Ley de Extranjería ante la crisis económica

Las Provincias, MAGIS IGLESIAS, 16-09-2008

Mariano Rajoy urgió al Gobierno a reformar la política de extranjería ante la crisis económica, con el argumento de que muchos extranjeros cobran en España el seguro de desempleo mientras los españoles emigran a Francia para trabajar en la vendimia. El líder del PP pretendía así hurgar en las discrepancias internas del Gabinete socialista al respaldar los planteamientos del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que fue corregido por la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, cuando señaló que las contrataciones de extranjeros en origen tenderán a cero a causa del crecimiento del paro.

Rajoy dijo entonces que “liquidar la inmigración legal” suponía dejar la puerta abierta a la ilegal. Secundó a su presidente el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, quien, no obstante, ya asumió que la iniciativa del titular de Trabajo “va en la buena dirección”.

Ayer le pareció todavía más conveniente al líder de la oposición relacionar el paro y la inmigración y pidió a Rodríguez Zapatero que tome medidas para reducir el índice de desempleo con cambios en la Ley de Extranjería. En su intervención ante la Junta Directiva de su partido – máximo órgano entre congresos – , Rajoy arremetió contra el Gobierno por su “división obscena” y la “descoordinación” entre los ministros.

El líder del Partido Popular pidió al presidente que gobierne para paliar las consecuencias negativas de la crisis económica en el mercado laboral español.

“Hay 180.000 extranjeros cobrando seguro de desempleo y ya volvemos a tiempos pasados: hay 20.000 andaluces que han pedido trabajo en la vendimia francesa”, dijo en un discurso al que tuvieron acceso los medios de comunicación. El PP intenta demostrar que el Gobierno tiene muchos problemas internos y está paralizado por su descoordinación y la impotencia ante la magnitud de la crisis económica.

Por su parte, Mariano Rajoy se presentó como la solución a las dificultades, hizo valer iniciativas de su programa alternativo y ejerció la oposición para impulsar la acción del Gobierno. En consecuencia, el dirigente popular reclamó al Consejo de Ministros que introduzca cambios en la legislación y pase de las palabras a los hechos con mayores exigencias a los inmigrantes para su reagrupación o permanencia en España, ahora que el paro acucia a los nacionales. “No basta con las declaraciones del ministro de Trabajo, que no están mal”, dijo. “Hay que actuar”, exigió.

Explicó que el Gabinete socialista “es ineficaz en lo importante” y no se encarga de resolver los problemas por su falta de cohesión interna y debilidad parlamentaria. “Debe reformar ya la política de inmigración”, insistió.


Ilusión

A pesar de que las aguas del PP bajan tranquilas, no faltan dirigentes que aprecian una cierta atonía en sus filas. Políticos con trayectoria contrastada aseguran que el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero vive sus horas más bajas, a causa de la coyuntura económica, a consecuencia de su bajo perfil político y la carencia de un proyecto compartido. Sin embargo, ellos tienen la sensación de que su partido no está obteniendo la rentabilidad política que debiera de la debilidad de sus adversarios. “Falta liderazgo y falta ilusión”, diagnostica un miembro de la dirección. Otro veterano parlamentario admite que el nuevo equipo que salió del congreso de Valencia está ilusionado y volcado en su nueva tarea pero considera que el partido no les sigue con el mismo impulso, como en su día acompañó a José María Aznar. “No estamos como en los 90 remando todos en la misma dirección”, apunta.

El Grupo Parlamentario salió satisfecho del cara a cara de su líder con el presidente del Gobierno en el Congreso, la semana pasada, y no sólo celebró su discurso sino también su réplica. Sin embargo, la indiferencia era la tónica general en el ánimo de los miembros de la Junta Directiva, tras su intervención de ayer lunes en la primera reunión del nuevo órgano surgido del congreso nacional, en la que sólo pidieron la palabra la diputada Carmen Álvarez Arenas y, como siempre, el presidente fundador, Manuel Fraga.

Se esperaba más pasión en la arenga a los nuevos directivos, que se disponen a renovar sus estructuras organizativas territoriales con la vista puesta en las elecciones municipales y autonómicas del año 2011. “Mariano es así. Muy desigual, lo mismo sube que baja”, describió un ex ministro.

Para el líder del partido opositor, el debate sobre el paro fue “un fiasco” y sólo sirvió para aumentar la desconfianza de los ciudadanos en su Gobierno. Un análisis tan negativo le sirvió para calificar de “inaceptable” la actitud del jefe del Ejecutivo porque “no puede decir que no va a hacer nada”. Le instó a tomar medidas y le acusó de creer que “las cosas se resuelven solas”. Además, anunció que el PP tomará iniciativas si el Gobierno no se adelanta, por ejemplo, a convocar el Pacto de Toledo sobre las pensiones.

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