San Sebastián urge a la Diputación para que mejore la asistencia a los menores tutelados

El consistorio cuestiona la eficacia del servicio que presta la empresa contratada para tutelar a los adolescentes desarraigadosIdentifican a tres tutelados delinquiendo de madrugada en la Parte Vieja

Diario Vasco, IÑIGO URRUTIA, 16-09-2008

DV. ¿Funciona un sistema de tutela pública de menores cuando algunos de estos, una noche sí, otra también, están hasta las tres de la madrugada trapicheando con cannabis por la Parte Vieja? Algo falla cuando, por ejemplo, en la vecina Vizcaya, la Administración foral consigue mantener a raya a los menores tutelados más conflictivos. Éste es al menos el diagnóstico que hace el Ayuntamiento de San Sebastián, que ayer urgió a la Diputación guipuzcoana para que mejore la eficacia del servicio de tutela, gestionado por una empresa privada. El Ayuntamiento no cuestiona la voluntad del departamento foral de Política Social de atender adecuadamente a los menores, pero sí la gestión del servicio contratado, que adolece de «claras deficiencias».

Ernesto Gasco, concejal delegado de Seguridad Ciudadana, explicó ayer que durante las últimas actuaciones de la Guardia Municipal contra el trapicheo de drogas en la Parte Vieja fueron detenidos tres menores tutelados por la Diputación. Estas identificaciones fueron realizadas en horas cercanas al amanecer, entre las tres y las cuatro, un horario que «no es compatible con un centro de acogida de menores que busca la reinserción de los mismos». Sin embargo, estas identificaciones pasada la medianoche se producen de manera reincidente, de modo que la actuación policial termina por asemejarse a la de un servicio de «taxi» para el menor, que es identificado y trasladado al centro de menores de Tolosa.

Durante la última semana de agosto y la primera de septiembre la Guardia Municipal donostiarra efectuó varias operaciones para identificar a casi 39 personas en situación legal irregular y «dedicados a la pequeña delincuencia» en la zona del puerto, la Parte Vieja y en inmuebles deshabitados, como la Casa del Guarda en Urgull – que había sido allanada por tres individuos – y otros en Venta Berri y Ategorrieta. Entre los detenidos, figuraban tres menores tutelados, una circunstancia que al haberse tornado habitual suscita una «honda preocupación» en el consistorio donostiarra.

El concejal Gasco recordó que cuando hace más de un mes pidió que se aplicara un régimen cerrado a estos menores que delinquen con reiteración, la Diputación «no entendió, porque contestó de forma poco adecuada». Empero, ayer reiteró su petición a la institución foral para que «reconsidere y canalice el servicio que está prestando desde los centros de acogida, porque estas personas no se están integrando; su única integración es en pequeños grupos de delincuencia».

«Algunos se ríen»

Resaltó que el elevado coste económico que representa la tutela de menores – y que comprende alojamiento, manutención, educadores especializados, ropa, etcétera, «para que el menor se integre como uno más» – no puede dar lugar a que algunos menores «se rían un poco de todos nosotros, saltándose el régimen abierto y actuando como actúan».

«Nuestra posición – prosiguió el edil – es que habría que trabajar con un régimen cerrado o con un reglamento tal que evite los incumplimientos reiterados de horario o que incluya el acompañamiento de los menores hasta que retornan al centro».

El Ayuntamiento donostiarra no quiere obviar las dificultades que entraña la tutela institucional de menores desarraigados, pero subraya que «en Vizcaya también tienen menores bajo tutela y no ocurren estas cosas. Por eso estamos convencidos de que se puede mejorar de forma manifiesta el servicio y corregir todas las deficiencias que se están evidenciando».

Un efecto colateral de la implicación de algunos menores inmigrantes en actos delictivos es que entre la ciudadanía se extienda la imagen de que todos los tutelados son presuntos delincuentes, cuando la mayoría muestran una conducta adecuada.

«Algo falla»

En último término, Gasco sostuvo que «algo falla cuando observamos lo que ha pasado este verano, incluyendo delitos sexuales, que quedan impunes por ser menores de edad. La Ertzaintza y las policías locales han reiterado que cuando de noche les identifican en la vía pública actúan más de taxistas de que de otra cosa, porque les trasladan al centro de acogida. hasta que vuelven a salir la siguiente noche. En estas condiciones, es evidente que el modelo de atención que se aplica no es el más adecuado».

Dos agresiones sexuales en las que estuvieron implicados menores tutelados por la Diputación han originaron una notable alarma durante este verano. La primera se produjo a finales de julio en Villabona, cuando cinco residentes en el centro de acogida de menores extranjeros no acompañados de Tolosa agredieron a una pareja en un solar en obras. Tres menores fueron internados en el centro de Zumarraga y los otros dos quedaron en libertad vigilada.

Semanas después tres adolescentes de 14, 15 y 16 años presuntamente agredieron sexualmente a una mujer en Portaletas de la Parte Vieja. El Juzgado de Menores decretó el ingreso en el centro de internamiento de Zumarraga y en régimen cerrado de uno de los tres adolescentes. Otro de los chicos quedó en libertad vigilada. El tercero huyó, aunque se entregó a los pocos días. Se da la circunstancia de que la Diputación ya había solicitado infructuosamente la repatriaciòn de todos ellos en abril por haber cometido varios delitos.

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