Un crucero rescata a dos inmigrantes y los traslada a BCN

El Mundo, NANDO GARCIA, 16-09-2008

Son un hombre y un menor de origen magrebí que estaban a punto de morir en alta mar Un pasajero disfrutaba el pasado miércoles de sus vacaciones en un crucero que iba de Lisboa a Montecarlo y hacía escala en Barcelona cuando escuchó unos gritos. A pesar del bullicio habitual de estas embarcaciones de recreo acertó a descifrar que se trataba de una llamada de socorro que procedía del mar. Vio a dos hombres agitando los brazos a unos metros del barco MV Oceana y avisó a la tripulación. En una complicada operación, estas dos personas fueron rescatadas y trasladadas finalmente a Barcelona. Se trata de dos magrebíes que intentaban llegar a Gibraltar, cerca de donde fueron avistados por el pasajero que les ha salvado la vida.


Los hechos se produjeron sobre las 6.30 horas del pasado 10 de septiembre. En ese momento, los dos hombres estaban nadando en el mar junto a un bote hinchable en mal estado. Pretendían llegar a España, pero la inclemencia del mar les destrozó su embarcación, según explicaron a EL MUNDO fuentes de la consignataria del crucero.


El capitán de la embarcación decidió bajar una lancha de rescate al mar y tras varios minutos de incertidumbre consiguieron subir a bordo a los dos náufragos.


Inmediatamente después, y tras comprobar que no había más barcos y hombres en el agua, la tripulación se puso en contacto con el capitán de Tráfico Marítimo de Tarifa, de Marina Mercante, para comunicar lo ocurrido. En una hora se realizaron los preparativos para que un buque se acercara lo suficiente al crucero y poder trasladar a los dos náufragos. Sin embargo, el temporal impidió la operación, que también se intentó sin éxito con un helicóptero.Tras contemplar las diversas posibilidades, el capitán del barco y las autoridades marítimas de Tarifa decidieron que los dos hombres, que estaban indocumentados fueran conducidos hasta Barcelona – lugar en el que el crucero iba a hacer escala antes de dirigirse a Montecarlo – .


Hasta allí llegó el barco casi dos días después y, como establecen estos casos, la tripulación entregó los náufragos al Cuerpo Nacional de Policía, que lo primero que hizo fue un examen médico de los dos individuos, según confirmó ayer el portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña a este diario.


Tras comprobarse que ambos estaban en buen estado de salud, la Policía decidió trasladar a uno de ellos, que aseguró tener 17 años de edad, a la Generalitat de Cataluña para que se hiciera cargo. Respecto al otro hombre, mayor de edad, los agentes remitieron las diligencias al juzgado y abrieron un expediente de extranjería.


Las crónicas de cayucos, pateras e inmigrantes son trágicas por definición. Aunque los protagonistas de ésta no consiguieron su objetivo, gracias a un pasajero del crucero y a las autoridades policiales pudieron salvar su vida. Su futuro, por el momento, está lejos de los caprichos del mar.

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