Cerca de 20.000 alumnos empiezan el curso en 790 barracones

El País, FERRAN BALSELLS, 16-09-2008

Los barracones marcaron ayer el arranque de un año escolar superado por el crecimiento demográfico. Este curso comienza con 1.180.000 alumnos, 34.000 más que el pasado. De ellos, 20.000 estudiarán en módulos prefabricados. Educación ha construido este año 37 escuelas, pero hay 788 barracones que sirven de aulas.

Se trata de módulos a la usanza de las naves industriales cubiertas con techos de fibra de vidrio. Otros 152 módulos se usarán como comedores, gimnasios y salas polivalentes.

Los barracones fueron largamente criticados por la oposición mientras gobernó Convergència i Unió (CiU). De 1999 a 2003, el entonces partido gobernante redujo el número de módulos de 780 a 594. En aquella época, contrariamente a lo que sucede en la actualidad, no existía la presión que ejercen los hijos de inmigrantes que van incorporándose a la escuela durante todo el curso. Hace cinco años el alumnado extranjero representaba menos del 5% del total. Este curso superará el 13%.

“Los actuales no son los barracones de los años ochenta y noventa, pero empañan la política educativa. No hay previsión, todo se hace a toro pasado”, protestaron los sindicatos. “Se les ha ido de las manos”, reprochó la diputada de CiU, Irene Rigau.

El Departamento de Educación sólo aceptó parte de las críticas. “No son barracones, son módulos”, insistió ayer el consejero de Educación, Ernest Maragall. La diferencia estriba en que las clases son razonablemente amplias, tienen agua corriente y un servicio de catering suple la ausencia de cocina. El calor que absorbe el techo de metal se resuelve a golpe de aire condicionado. Las condiciones para la enseñanza, resume la Generalitat, son buenas.

La imprevisón que denuncian los sindicatos quedó plasmada en Cadaqués (Alt Empordà), donde unos 300 alumnos tendrán que esperar a mañana para entrar en las aulas porque no se han acabado a tiempo los traslados de material, informa Natalia Iglesias. Lo mismo ocurrió con el IES Menéndez Pelayo de Barcelona. Sus 1.300 alumnos no comenzarán el curso hasta finales de semana por el retraso de los trabajos de mejora. Los alumnos del CEIP Pompeu Fabra, en Parets del Vallès (Vallès Oriental), se negaron a empezar las clases en protesta por la degradación que sufre el edificio que acoge a la escuela.

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