Un boliviano muere acuchillado a manos de su pareja tras una fuerte riña

ABC, M.J. ÁLVAREZ | MADRID, 15-09-2008

Un nuevo episodio de violencia doméstica ha tenido lugar en la región, esta vez en el distrito madrileño de Puente de Vallecas. La víctima en este caso es un varón, de origen boliviano, quien perdió la vida, acuchillado, a manos de su pareja, de la misma nacionalidad, con la que mantuvo una fuerte discusión en la vivienda que comparten, situada en el número 35 de la calle de Enrique Velasco.
Los hechos sucedieron pasadas las cuatro de la madrugada. Fue una patrulla de la Policía Nacional la que observó a un hombre caminar tambaleante y caer al suelo. Tenía la camiseta manchada de sangre y, muy cerca, un cuchillo. Estaba a la altura del número 26 de la citada calle.
Simultáneamente escucharon gritos procedentes de una vivienda cercana, por lo que decidieron subir a ver qué ocurría. Comprobaron que se trataba del domicilio de la víctima, en donde se encontraba su pareja, Verónica G.V., de 30 años, las tres hijas de ambos, y otros dos adultos, compañeros de piso. Mientras las menores no paraban de llorar por el revuelo, los otros residentes, un hombre y una mujer de origen suramericano, explicaron que no sabían qué había sucedido con exactitud puesto que ellos estaban en su dormitorio.
Llegó borracho
Su mujer explicó a los agentes que Rogelio T. N., de 34 años, había llegado borracho a casa, y que lo ocurrido era fruto de la pelea en la que ambos se enzarzaron. Presentaba algunas lesiones y magulladuras en la cara de escasa entidad, de las que fue atendida. Seguidamente fue detenida.
En el exterior, los sanitarios del Samur atendieron al herido, que presentaba una puñalada en el hemitórax izquierdo y un bajo nivel de consciencia. No tenía afectada la función respiratoria. Tras ser estabilizado fue trasladado en una unidad de soporte vital avanzado hasta el Gregorio Marañón, donde ingresó con pronóstico reservado sin que, en principio, su vida peligrara, indicó Emergencias Madrid. Finalmente, falleció a las 06.55 horas en la mesa de operaciones.
Verónica G. V., ya en comisaría reconoció haber acuchillado a su marido que, malherido, habría abandonado el domicilio, quizá para evitar que continuara la agresión. Además, según su versión, ella trataba de defenderse, pues dijo que estaba sufriendo malos tratos, indicaron fuentes cercanas al caso. Sin embargo no hay denuncias presentadas en este sentido.
Uno de los extremos que se están tratando de determinar es el lugar exacto donde resultó herido el fallecido, aunque todo hace pensar que en el piso, según las mismas fuentes. No obstante, la ausencia de manchas de sangre era una constante: ni en las escaleras, ascensor ni el portal. Apenas unas pequeñas gotas en la calle, en el inmueble colindante, y enfrente en donde Rogelio T. N. cayó varias de mayor tamaño en la calzada. Una hemorragia interna que le afectó el pulmón pudo ser la causa de que apenas sangrara, afirman.
Lo mismo ocurre con el arma homicida hallada junto al fallecido, aunque todo hace pensar que se la habría arrebatado a su pareja. Ninguno de los dos tenía antecedentes y estaban en situación irregular. De las niñas se ha hecho cargo un hermano de la agresora.
Laura Moreno, residente en la finca aledaña, explicó que sobre las 4.45 horas llegó a casa y que la calle estaba cortada por la Policía. «Vi a dos mujeres y un hombre junto al herido. Una de ellas daba unos gritos impresionantes. Decía: «¡Dios mío. Por favor, ayúdenle!»».

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