Las organizaciones criminales que operan en España dirigidas por ciudadanos oriundos de las repúblicas de la antigua URSS ocupaban en el año 2006 el séptimo puesto en el ránking de la delincuencia organizada en España.

Según este informe elaborado conjuntamente por los distintos cuerpos policiales, por esas fechas estaba fichados 166 delincuentes de origen ruso, encuadrados en 34 organizaciones. Seis de ellas eran solo de rusos y las 28 restantes contaban también con miembros de otras nacionalidades.

Prostitución, blanqueo de capitales, extorsiones, falsificación de documentos y tráfico de hachís y cocaína, son las actividades delictivas preferidas por los criminales rusos en España. También se ha detectado su presencia como colaboradores en bandas de tráfico de vehículos, secuestros, estafas, falsificación de moneda, tráfico de drogas sintéticas, inmigración ilegal y robos con fuerza, según los aludidos informes policiales.

Un relevante banquillo

Kalashov no es el único pez gord o de la mafia rusa que se sentará en el banquillo. Lo acompañarán Oleg Vorontsov, Alexander Golstein, Konstabtin Asatiane, los españoles Juan Manuel Cantarero y Carlos Fernández Asensio, entre otros. Uno de los más relevantes es Vorontsov, un ruso residente en Madrid, casado con una ciudadana que tenía pasaporte diplomático saudí. Pasaba por ser un ciudadano dedicado al negocio de la relojería y con especiales relaciones en el Comité Olímpico Internacional. En su día fue asesor del presidente Yeltsin. Otra pieza de peso es el abogado Alexander Gofshtein, que viajaba con frecuencia de Moscú a Madrid.