La próxima ronda de negociación se celebrará en Guatemala, en octubre.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, pidió “flexibilidad” a la Unión Europea (UE) para concluir con éxito la negociación de un acuerdo de asociación con Centroamérica, que podría firmarse en 2009.

En un discurso ante directivos del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), Ortega criticó el proteccionismo de los países europeos y de Estados Unidos, y los instó a considerar las asimetrías que existen respecto de las naciones del istmo.

El acuerdo de asociación “va a depender en mucho de los países europeos, que se flexibilicen, para que esa preocupación que tienen ellos por la migración, que los llevó a promulgar una ley antiinmigración, se pueda resolver”, dijo.

“Y se va a resolver en la medida que ellos entiendan que no les queda más que colocar recursos en estos países para lograr puntos de equilibrio entre las economías de los países en vía desarrollo y las de los países desarrollados”, agregó.

El gobernante defendió lo que llamó “comercio justo” a diferencia del libre mercado donde —dijo— “los países poderosos que controlan la economía mundial nos imponen sus reglas”.

“Ellos subsidian sus economías y cierran el ingreso de nuestros productos cuando sienten que empiezan a lesionar sus intereses, que son de acumulación y más acumulación”, añadió.

Ortega ponderó su relación actual con el Cosep, que en la década de 1980 adversaba al régimen sandinista, y hasta elogió la figura de Jorge Salazar, quien fue asesinado en 1980 cuando era presidente del organismo empresarial.

Salazar era “un hombre realmente extraordinario, una gran pérdida para Nicaragua”, expresó al aludir al sonado crimen que fue imputado a agentes de la Seguridad del Estado sandinista.

También comentó declaraciones recientes del papa Benedicto XVI, quien se declaró preocupado por la “radicalización política” en Nicaragua.

“La primera radicalización que tiene el país es la inmensa pobreza, esa es la primera expresión de radicalización”, afirmó.