Los cinco responsables del cayuco que arribó a la costa canaria a mediados de semana con 14 cadáveres a bordo están entre rejas desde este domingo. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) les acusa de homicidio imprudente y les responsabiliza de la muerte de los 14 subsaharianos que el miércoles fueron encontrados en el fondo de una patera que llegó al Puerto de Arguineguín, al sur de Gran Canaria.

Era el episodio más trágico de una semana especialmente dura para quienes tratan de ganar suelo europeo confiando su vida a traficantes de personas. Siete dramáticos días en los que un total de 328 inmigrantes irregulares procedentes de África han llegado a las costas españolas. Hasta 14 lo hicieron sin vida y uno murió este mismo domingo mientras era asistido en un hospital de La Gomera.

«La juez de guardia de San Bartolomé de Tirajana ordenó anoche – por el sábado – el ingreso en prisión comunicada y sin fianza de cinco de los supervivientes» imputándoles sendos delitos de «homicidio imprudente y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros», según el comunicado del TSJC. Los detenidos son los presuntos patrones de la embarcación. La Consejería de Sanidad de la isla emitió otro comunicado confirmando que uno de los 118 subsaharianos que llegó en la mañana del sábado a la Gomera murió a causa de de una crisis respiratoria.

Han sido seis las embarcaciones que han llegado a Canarias en sólo siete días. Cuatro tocaron suelo español entre la noche del sábado y la madrugada del domingo. La primera fue interceptada por Salvamento Marítimo de Gran Canaria a unas 69 millas al sur de la isla. Llevaba 61 subsaharianos a bordo, de los cuales se presume que 15 podrían ser menores de edad. La barcaza fue conducida hasta el Puerto de Arguineguín, donde sus ocupantes fueron asistidos por miembros de la Cruz Roja y el Servicio de Urgencia de canarias. El estado de salud de los ocupantes no reviste gravedad.

Durante la madrugada del sábado la Guardia Civil interceptó otra patera en Lanzarote y la condujo al Puerto de Naos, en Arrecife. Sus 30 ocupantes, entre los que se presume habría 11 menores, se encontraban también en buen estado de salud. El drama de quienes no encuentran opciones de supervivencia en sus países de origen tocó por partida doble el Puerto de Naos. A las cuatro y media de la madrugada otros 20 inmigrantes, todos ellos magrebíes, desembarcaron en la zona.

Una última patera fue encontrada vacía en Haría, en Lanzarote. La embarcación estaba en tierra. Ningún inmigrante ha sido encontrado en la zona.

En el monte

Por otra parte, un grupo de 67 inmigrantes hindúes han cumplido ayer cinco meses viviendo en un monte en Ceuta, después de haber abandonado el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en señal de protesta y han pedido soluciones a su situación. Los inmigrantes permanecen durmiendo en un campamento formado por tres casetas construidas a base de maderas, chapas y recubiertas con plásticos desde que el pasado 7 de abril optaron por abandonar el CETI ante el temor de ser repatriados a su país de origen, según han informado fuentes policiales.

Estos inmigrantes, todos ellos varones, han asegurado que llevaban más de un año viviendo en el CETI y que no sabía que tenían que solicitar el asilo político, por lo que el plazo ya ha expirado para esta situación. Los hindúes han demandado una solución, ya que algunos de ellos, como es el caso de Daljit Kumar, han afirmado que realizó un viaje de tres años y medio para llegar hasta Ceuta y que llevaba cerca de un año residiendo en el CETI.