Batalla campal por el asesinato de un inmigrante

Un senegalés fue apuñalado en una barriada de Roquetas, en Almería, tras mediar en una pelea por tráfico de drogas

La Razón, E. Pastrana, 08-09-2008

E. Pastrana

madrid – Durante cerca de ocho horas, la conocida como Barriada de las 200 viviendas de la localidad de Roquetas de Mar (Almería) fue zona de guerra. En la batalla campal que se desencadenó en la madrugada de ayer planeaba la sombra de El Ejido, localidad también almeriense que hace ocho años fue escenario de gravísimos enfrentamientos protagonizados por la población local y la comunidad norteafricana. Como aquel entonces, el detonante del vandalismo ayer en Roquetas fue un asesinato.

Los hechos ocurrieron en torno a las 21:45 en la calle Pedro Salinas de esta barriada, habitada en su mayoría por inmigrantes. Según relataron varios testigos, un ciudadano senegalés, de 28 años y que respondía a las iniciales de O. K., terció en una disputa que mantenían un hombre de raza gitana y otro de la misma nacionalidad que la víctima, al parecer motivada por un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas. En medio de la confusión, O. K. fue mortalmente herido tras ser apuñalado.

«La justicia por su mano»

A partir de ese momento comenzó la batalla. Un numeroso grupo encabezado por varios compatriotas del fallecido decidieron «tomarse la justicia por su mano», tal como reconocía ayer el subdelegado del Gobierno en Almería, Miguel Corpás, informa Ep. «Se produjo una batalla fuerte, tomaron la calle y se emplearon con bastante contundencia», añadió Corpás. Y es que los inmigrantes llegaron a quemar dos casas relacionadas con el sospechoso. Al parecer, en una de ellas, situada en el número 8 de la calle Gerardo Diego, residía el ciudadano de raza gitana que podría ser el homicida. En la otra podría vivir un familiar suyo.

Poco después llegaron los primeros agentes con la intención de poner orden. Sin embargo, el recibimiento con el que se encontraron fue desolador: barricadas en las calles y lanzamiento masivo de piedras y botellas. Los Bomberos también pretendían entrar en la barriada, pero era inútil debido a la lluvia de pedradas que caían desde las azoteas.

«Cuando llegaron los Bomberos ni siquiera pudieron bajarse de sus vehículos. Aquello parecía más bien una emboscada», comentó Miguel Corpás. De hecho, todos los efectivos tuvieron que regresar a la base.

A las 3:30 llegaron los refuerzos, encabezados por la Unidad de Seguridad Ciudadana y apoyada por una veintena de patrullas de la Guardia Civil y varias de la Policía local, que contaron con equipos antidisturbios. También fue necesario el empleo de un helicóptero.

De esta forma, en menos de dos horas pudo restablecerse la situación y dar paso a los bomberos. Lo que no pudieron evitar las autoridades es que hubiera heridos: dos agentes de la Guardia Civil y uno de la Policía Local sufrieron traumatismos de carácter leve. Aparte de arder dos coches particulares, también fueron dañados siete vehículos oficiales.

Un «crimen cobarde»

Mientras, fueron detenidos cuatro ciudadanos de origen subsahariano por delitos de atentado, desórdenes públicos y resistencia grave a la autoridad: E. F., de 19 años y natural de Sudán; B. O., nigeriano de 31 años; y A. C. y P. G., de 33 y 30 años respectivamente. Estos dos últimos proceden de Guinea Bissau.

«Estamos muy dolidos por un crimen tan cobarde», afirmaban ayer algunos vecinos de la barriada, también de nacionalidad senegalesa. A su vez, reconocieron que el inmueble ocupado por el presunto homicida, y que fue objeto de las iras de la comunidad senegalesa, era un punto habitual de venta de drogas. Esta persona se encontraba ayer en paradero desconocido.

Ante la previsión de una nueva revuelta, la Guardia Civil mantenía en la zona un dispositivo de seguridad. Por su parte, la Policía Judicial de la Benemérita afirmaba que seguía abierta una investigación por el homicidio, «por lo que se esperan próximas detenciones», decían las autoridades en una nota.

Con todo, la asociación Almería Acoge rechazó ayer vincular este asesinato con un «brote xenófobo», y lo achacó a la «complicada» situación que vive la zona.





1 / daños materiales

Dos casas relacionadas con el hombre de raza gitana vinculado al crimen fueron quemadas por la turba. Del mismo modo, resultaron dañados coches particulares, contenedores y siete vehículos oficiales.


2 / heridos

En sus cerca de ocho horas de duración, la batalla arrojó como saldo tres heridos, dos agentes de la Guardia Civil y un miembro de la Policía Local. Con todo, todos ellos sufrieron traumatismos de carácter leve.

3 / detenidos

Cuatro ciudadanos de origen subsahariano fueron detenidos por delitos de atentado, desórdenes públicos y resistencia grave a la autoridades. Proceden de Sudán, Nigeria y dos de ellos de Guinera Bissau.

4 / investigación

El ciudadano de raza gitana, que parece el principal sospechoso, se encontraba ayer en paradero desconocido. La Guardia Civil afirmó ayer «que se esperaban próximas detenciones» por el homicidio.


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