La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ceuta ha emitido un auto en el que se inhibe en favor de la Audiencia Nacional en el caso del inmigrante Lucling Soko, que murió en septiembre del 2007 cuando intentaba entrar a nado, supuestamente al pincharle el flotador los agentes de la Guardia Civil. Según han informado fuentes judiciales, en el auto se considera que el juzgado de Ceuta carece de competencia en este caso al haberse producido la muerte en aguas de Marruecos. En este argumento se cuenta con el apoyo del fiscal, que emitió un dictamen favorable a que la causa sea juzgada en la Audiencia Nacional tras la denuncia presentada por la organización no gubernamental CEAR. El fundamento que esgrime el Juzgado número 1 es el mismo que llevó en su día al archivo de la causa, al considerarse que no había pruebas para llevar este caso en Ceuta.

El auto determina que aunque el inmigrante fue enterrado en Ceuta, su muerte se produjo en Marruecos. La Delegación del Gobierno ha defendido la labor de los tres agentes acusados, al entender que actuaron de acuerdo a la ley, devolviendo a los cuatro inmigrantes que pretendían adentrarse en Ceuta.