Estos son los hitos más significativos del cambio en la política inmigratoria del Gobierno de Zapatero:

1) Ampliación de la detención a 60 días. El 8 de mayo el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, defiende la ampliación del plazo de internamiento de los sin papeles . De un máximo de 40 días se pasará a 60.

2) Plan de retorno. Corbacho anuncia el 27 de mayo un plan de retorno voluntario de los inmigrantes en paro.

3) Endurecimiento del reagrupamiento familiar. El 15 de junio el titular de Trabajo abre un período de reflexión para debatir el endurecimiento del reagrupamiento familiar, excluyendo a los padres y los suegros.

4) Directiva del Parlamento Europeo. El 18 de junio la Eurocámara aprueba la directiva de retorno, que permite internar a los sin papeles hasta un máximo de 18 meses por una mera falta administrativa y expulsar a menores de edad a países donde no tengan ni familia ni tutor. Los socialistas españoles respaldaron la norma, excepto Borrell y Obiols, que votaron en contra al igual que otros 100 correligionarios europeos.

5) Zapatero apoya la norma. El 25 de junio el presidente del Gobierno defiende en el Congreso la llamada «directiva de la vergüenza» como un «avance importantísimo» porque establece límites y garantías para la expulsión de inmigrantes irregulares en nueve países de la UE que no los tenían. Zapatero asegura que no tendría efectos en la legislación española.

6) Apoyo al Pacto Europeo de Inmigración. El Gobierno español da su apoyo el 7 de julio a este pacto impulsado por Sarkozy que endurece la política europea en esta materia y aboga por la «inmigración escogida». No incluye el contrato de integración, que defiende Mariano Rajoy, pero sí algunos de sus elementos.

7) Cambio en la contratación de inmigrantes. Consuelo Rumí anuncia el 31 de julio la revisión de los mecanismos que regulan la contratación de los inmigrantes que están en España, en concreto del Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura.

8) Alto a la contratación en origen. Corbacho declara el miércoles pasado que las contrataciones en origen «se aproximarán a cero», pero el viernes es rectificado por la vicepresidenta.