ANÁLISIS

EL QUID ESTÁ EN EL INEM

Diario de Navarra, JULIA NAVARRO | OPINION@DIARIODENAVARRA.ES, 06-09-2008

L A que le está cayendo al ministro Corbacho. Y todo porque el titular de Trabajo ha dicho algo, que en principio, parece sensato: habida cuenta del aumento preocupante de las cifras de paro hay que replantearse lo de continuar “importando” mano de obra de fuera. En mi opinión, lo que ha dicho el ministro es bastante sensato, pero se le han echado encima sindicatos, empresarios, organizaciones de inmigrantes, y todos aquellos que militan en lo políticamente correcto.

Es mejor gritar que reflexionar, cuesta menos y gasta menos las neuronas.

Y es que el quid de la cuestión no está en si deben venir más o menos inmigrantes, sino si de una vez por todas la Administración, es decir, el Gobierno de turno, en este caso le toca al PSOE, se toma en serio que con el dinero de los contribuyentes no se juega, y que las prestaciones sociales que son la base del Estado del bienestar se deben de gestionar adecuadamente.

Por ejemplo nunca he entendido por qué la gente que cobra el seguro del desempleo cuando le llaman para ofrecerle un trabajo se permite el lujo de rechazarlo porque no le gusta o no le conviene. Al resto de los ciudadanos tampoco nos gusta ni nos conviene egoístamente pagar impuestos pero lo hacemos para contribuir al bien común, entre otras cosas, a que se paguen esos seguros de desempleo. De manera que el argumento de que hay trabajos que los españoles no quieren hacer, sí que me parece un argumento racista y xenófobo, porque es tanto como decir que hay trabajos de primera, de segunda y de tercera, y que los que son de tercera son para los que vienen de fuera. De manera que cabe preguntarse si hay que pagar el desempleo a quienes rechazan un puesto de trabajo porque no les conviene.

A mí me escandaliza lo que he leído en un periódico que daba cuenta que de 800 parados entrevistados por el Inem en Huelva solo 16 haya aceptado trabajar en la recogida de la fresa, un trabajo que en la actualidad llevan a cabo los inmigrantes precisamente porque los españoles no quieren hacerlo.

El Ministerio de Trabajo debería de poner orden en el Inem y lograr, no sé si tendría que modificar la legislación, que todo aquel que rechace un empleo pierda de inmediato la prestación, es decir deje de cobrar el paro. Todos soñamos con un trabajo donde nos paguen bien y se adapte a nuestras habilidades pero a veces lo tenemos y otras no, lo que no nos excusa para rechazar otro trabajo que consideremos peor. Es en este capítulo donde se debería de abrir un debate.

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