El Servicio Marítimo de la Guardia Civil busca un buque que presuntamente llevaba a los diez inmigrantes que el jueves fueron localizados a unas 40 millas náuticas del litoral de Alicante. Este navío, según las hipótesis de la Benemérita, podría haber desembarcado a los diez sin papeles a una distancia relativamente corta de la costa, a la que pudieron llegar en poco tiempo. Según fuentes del Ministerio del Interior, es poco probable que los inmigrantes llegaran en este tipo de embarcación desde Argelia a las inmediaciones de Alicante en condiciones tan buenas.

Otro de los factores que induce a las autoridades a decantarse por la opción del barco nodriza es el estado de salud en que llegaron los supuestos magrebíes, que afirmaron haber partido desde las costas de Argelia, pese a que su nacionalidad todavía no había sido confirmada por el consulado argelino al cierre de esta edición. Según Cruz Roja, encargada de hacer frente a las necesidades médicas de los recién llegados, “tenían un estado de salud favorable”, exceptuando uno de ellos, que aseguró a los traductores que se había golpeado contra la barca en un costado. Solamente este necesitó atención sanitaria, por lo que fue trasladado al Hospital General de Alicante, donde se le diagnosticó una importante contusión.

Cruz Roja afirmó ayer a LAS PROVINCIAS que su salud era demasiado buena para llevar cuatro días en el mar. Según esta organización, “estaban cansados y con una leve deshidratación”, por lo que bebieron agua una vez fueron desembarcados. Sin embargo, rechazaron la comida, puesto que dijeron “que todavía les quedaban víveres”, según las mismas fuentes.

Los diez ocupantes de la patera remolcada por un barco de Salvamento Marítimo pasaron tras el examen médico a disposición de la Policía Nacional, que procedió a su arresto, y pernoctaron en las dependencias de la Comisaría Centro de Alicante. A lo largo del día de ayer se cursaron los trámites para identificar a los detenidos, algo de lo que se encargará el Consulado de Argelia, ya que en este país situaron su punto de partida.

Los inmigrantes ilegales pasarán hoy por el juzgado, donde el magistrado decretará su ingreso en el Centro de Internamiento de Valencia antes de que transcurran 72 horas desde su detención. Posteriormente, podrán pasar un máximo de 40 días internados mientras continúan las labores de identificación.

No es la primera ocasión en que las autoridades sospechan que las pateras llegan a través de un barco nodriza. Prueba de ello es el avanzado estado de deshidratación en que se suelen encontrar los indocumentados hallados tras varios días en el mar, algo que no ocurrió con los integrantes de la expedición que arribó el jueves.

Además, el delegado del Gobierno en la Comunitat, Ricardo Peralta, señaló que los radares fijos que se utilizarán para controlar la llegada de pateras y barcos de narcotraficantes a la región todavía no están operativos.

Desde el Consell se ha denunciado que estos sistemas de detección deberían estar funcionando desde septiembre del año pasado.

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