El joyero de Leganés se resistió más de 20 minutos antes de ser asesinado

ABC, 01-09-2008

JOSÉ MARÍA CAMARERO

MADRID. No fue rápido ni escatimaron la violencia. La muerte de Salam H. T., el joyero de Leganés que fue degollado el pasado sábado en la trastienda de su establecimiento, llegó después de más de 20 minutos de una brutal agresión que terminó con un corte en el cuello.

Así lo han explicado fuentes de la investigación, que resaltan que, pese a la paliza, el propietario de la Joyería Venya, en la avenida de Fuenlabrada, se negó en todo momento a entregar a los ladrones el dinero y las joyas que le pedían.

Voces en la trastienda

Esos 20 minutos son los que transcurren desde las 10.05 de la mañana a las 10.25, que es el momento en el que los dos agresores abandonan tranquilamente el local y se dirigen, en autobús, hacia el centro de Leganés. En ese periodo de tiempo, los atracadores entraron al establecimiento, obligaron al joyero a ir a la trastienda, donde se encontraba la caja fuerte, y le golpearon una y otra vez para que la abriera. Ambos conocían las costumbres del joyero y habían estudiado el «golpe» durante semanas. Asimismo, conocían la distribución interior de la joyería.

La Policía Nacional investiga ahora si durante esos 20 minutos de retención en la trastienda, algún cliente intentó acceder a la joyería. No obstante, los agentes ya cuentan con el hecho de que nadie accedió al local, que sólo podía ser abierto desde el mostrador, que se encontraba vacío durante esos minutos.

Mientras tanto, el cuerpo de Salam permanecía ayer en las instalaciones del Instituto Anatómico Forense, donde hoy se le practicará la autopsia para determinar las causas del fallecimiento y, en la medida de lo posible, lo que pudo ocurrir en los minutos anteriores al trágico suceso.

Toda la familia se encontraba allí, a la espera de un resultado final que permita enterrar al fallecido durante las próximas horas. La mujer de Salam tuvo que volver a recibir atención sanitaria, tras sufrir una segunda crisis de ansiedad a última hora de la tarde. Ante el mazazo que ha supuesto para la familia, el Ayuntamiento de Leganés, que ha lamentado «profundamente» la muerte de este joyero, ha puesto a disposición de los hijos, hermanos y esposa un servicio directo de atención médica y psicológica.

El Gremio de Joyeros de Madrid, a través de su secretario general, Armando Rodríguez, ofreció también su apoyo a la familia del joyero asesinado. El Gremio prepara un informe sobre los terribles datos de uno de los sectores más castigados por la ola de inseguridad que vive la región.

Asalto cerca de la joyería

Los vecinos que residen cerca de la joyería mostraron su indignación ante la acumulación de delitos en las calles de Leganés en las últimas semanas. De hecho, tres horas antes de que se produjera este asesinato, dos asaltantes daban una paliza a un hombre en su casa por negarse a entregarles 1.000 euros.

Los hechos sucedieron a las siete de la mañana, en el barrio de Las Batallas de Leganés, a escasos metros de la avenida de Fuenlabrada, cuando un hombre de unos 60 años que se encontraba durmiendo, escuchó ruidos en su casa y se encontró a dos individuos con aspecto de magrebíes en el interior de su vivienda. Los asaltantes le pidieron 1.000 euros para pagar una deuda y, ante la negativa de este vecino de Leganés, le propinaron una paliza y le cortaron el lóbulo de una oreja.

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