Un fallo en el timón de la patera los hizo navegar en círculos durante tres días

Las autoridades de España y Marruecos no iniciarán ningún dispositivo para buscar los cuerpos de los más de 20 inmigrantes desaparecidos de la patera rescatada por un buque de transporte español cerca de la isla de Alborán el pasado lunes. Los supervivientes relataron a los equipos de salvamento que cuando partieron iban a bordo 53 personas pero que, según fueron falleciendo, les arrojaron al mar para aligerar la embarcación y evitar que se hundiera más rápidamente.

Fuentes de Salvamento Marítimo confirmaron que no iban a emprender ninguna acción de rescate de los cadáveres, ya que la zona donde se encontró la patera estaba a una milla de las aguas marroquíes. Aunque el Gobierno de Rabat fue alertado inmediatamente, tampoco emprendió ninguna maniobra de localización. Ahora solo esperan que los cuerpos aparezcan en alguna playa.

La embarcación remolcada reveló que nunca hubieran llegado a Almería – destino fijado en una principio – ya que el timón estaba mal fijado desde la salida – posiblemente una playa del norte de Marruecos – , con una desviación que les hacía moverse en círculos. Esto hizo que la barcaza navegara a la deriva durante tres días, quedándose sin agua ni comida.

Nada más llegar al puerto de Málaga, los supervivientes narraron su odisea. Una mujer aseguró que entre los desaparecidos estaba su marido y sus tres hijos, siendo uno de ellos un bebé. Además, muchos de los inmigrantes fueron atendidos por fuertes dolores de estómago, causados por haber bebido agua del mar mezclada con gasolina.

De los 25 que llegaron, solo dos personas resultaron ser menores de edad. Se trata de dos chicas, con 16 y 17 años, procedentes de Sierra Leona y Kenia.

En lo que va de año, al menos 50 inmigrantes han muerto en el mar al intentar llegar a las costas españolas.