El Partido Nacional checo, de orientación nacionalista y xenófoba, y que no cuenta hoy en día con representación parlamentaria, se ha erigido en protector de la raza checa, y ha decidido adoptar medidas drásticas para reducir el número de gitanos que viven en el país.

Así, la formación extremista anunció ayer, en un comunicado, que proporcionará gratuitamente billetes de avión a todos los miembros de la comunidad gitana establecidos en la República Checa que estén dispuestos a abandonar el país, proclamando en la misiva que «esta decidido a apoyar financieramente la salida, a donde quieran, desde la India a Canadá, de todos y cada uno de los gitanos del país».

Eso sí, para asegurarse de que esta medida tan onerosa trae los efectos deseados, el Partido Nacional ha establecido una condición: Los gitanos que se vayan no podrán regresar al país antes de 2010, año en el que la formación minoritaria tiene previsto mejorar su situación en el Parlamento checo y adoptar medidas más tradicionales y coherentes contra los gitanos. «Tras las elecciones parlamentarias de 2010, ya no será necesario este acuerdo inusual», reza, también, el comunicado.

Esta iniciativa, a pesar de su dureza, no sorprende viniendo de un partido que dedica todos sus esfuerzos a luchar contra la inmigración. En la página principal de su web oficial, se anuncia en rótulos luminosos que en la República Checa hay un total de 580.000 inmigrantes, de los cuales más de 300.000 son ilegales, y se pide la ayuda de los ciudadanos para expulsarlos y contribuir así a la mejora del país. Sin embargo, muchos checos se declaran en contra de este partido, al que consideran absolutamente xenófobo y racista.