DENVER 2008 / El incidente

¿Complot para asesinar a Obama o charla de 'drogatas' racistas?

El Mundo, IÑAKI GIL. Enviado especial, 27-08-2008

La policía de Colorado detiene a tres supremacistas acusados de planear el magnicidio del candidato durante su discurso en la Convención Teníamos el glamour (Edward Kennedy), la fuerza del cariño (Michelle Obama), la intriga política (los Clinton). ¿Qué le falta a esta película de la Convención Demócrata para ser una superproducción de Hollywood? Acertó, unos pistoleros.


Desde ayer es cosa hecha. Tres individuos están detenidos como sospechosos de intentar matar a Barack Obama en Denver durante su mitin de cierre en el estadio de fútbol americano Invesco Stadium mañana jueves. Se les han confiscado dos rifles y munición.


El fiscal federal Troy Eid declaró ayer por la mañana que los sujetos «no eran una amenaza creíble». Otras fuentes relacionadas con la investigación se manifestaban con prudencia. Aún no está claro si la cosa no pasó de una charla entre racistas puestos de droga o estamos ante un auténtico complot.


El guión comienza el domingo. Ese día, Tharin Gartrell, de 28 años, es detenido en un control de tráfico en Aurora, una localidad al Este de Denver. Conducía «erráticamente». En su camioneta de alquiler, la policía encuentra dos rifles de grueso calibre, munición, una mira telescópica, un chaleco antibalas, 44 gramos de metanfetaminas, walkies talkies y documentación falsa. Una de las armas había sido robada en Kansas; el caso interesa ya al FBI. En el mismo vehículo, también aparecen pelucas y mascarillas de esqui.


Cuando la policía se persona en el hotel donde se aloja, un hombre huye tirándose por la ventana del sexto piso. Se rompe (sólo) un tobillo y es detenido. Se trata de Shawn Robert Adolf, 33 años. El angelito tiene varias órdenes de búsqueda y captura por asuntos de drogas. Tiene una cruz gamada. Y, al parecer está relacionado con Los hijos del Silencio, una organización supremacista que exalta de la superioridad de la raza blanca.


En conexión con los anteriores, es detenido un tercer individuo, Nathan Johnson, 32 años. A él se le atribuye la frase de que los dos primeros detenidos «planeaban matar a Obama durante su discurso de aceptación».


Brian Maass, periodista de CBS4, se apuntó ayer la exclusiva de entrevistarlo en la prisión local de Denver. Esta es parte del dialogo:


- Maass: ¿Así que sus amigos decían cosas amenazadoras sobre Obama?


- Johnson: Yeah (Sí)


- M: Suena como si ellos no quisieran que sea presidente.


- J: Sí.


- M: ¿Piensa que estaban conspirando de verdad para matar a Obama?


- J: No digo que sí ni que no.


La calaña de los detenidos se ve en esta otra declaración de Johnson, la garganta del caso: «El no forma parte de la clase política. Los negros no forman parte de la política. Deberían dispararle». El tal Johnson, camionero en paro, consumidor de anfetas, ha sido interrogado durante ocho horas por la policía que le ha sometido también a la prueba del polígrafo. El reportero Maass cita entre comillas una fuente oficial que afirma que uno de los detenidos «iba a disparar a Obama desde un lugar elevado usando… un rifle… a unos 700 metros». Sin embargo las mismas fuentes, afirman que el viento, además de la considerable distancia, hacían muy difícil que el singular grupo hiciese blanco en su objetivo.


Como en toda buena peli, hay una mujer, Natasha Gromek, la novia de Johnson detenida bajo la acusación de tenencia de drogas. A falta de mayores precisiones policiales así está ahora el caso. Falta por confirmar si todo era una charleta entre drogatas racistas o si al hombre que quiere restaurar Camelot iba a tener en Denver su Dallas. Continuará.

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