santa cruz de tenerife. El presunto asesino de la joven letona Kristine Z., que el 18 de agosto apareció muerta en Gaurgacho, en el municipio tinerfeño de San Miguel de Abona, regresó supuestamente desde Letonia para perpetrar el crimen, después de que llevara a cabo reiteradas amenazas a través del móvil.

Así se informó ayer en una rueda de prensa en la que la Guardia Civil explicaron que el ciudadano de origen letón Maris Meiers, de 44 años de edad, había sido detenido ayer a las 13.00 horas en una tienda de Santa Cruz de Tenerife.

Según los datos revelados por la Guardia Civil, Ricardo Arranz, Maris Meiers fue localizado bajando del Tranvía en la plaza Weyler de la capital tinerfeña, tras lo cual la Guardia Civil le siguió hasta que le vieron entrar en una tienda de la céntrica calle Robayna. Una vez que el establecimiento quedó vacío de clientes, los efectivos policiales pasaron a detenerlo sin que opusiera resistencia.

La Guardia Civil aclara que el presunto asesino actuó con premeditación “puesto que creemos que volvió de Letonia con la intención de encontrar a su ex pareja, en el momento del hecho iba disfrazado, además de que había alquilado un coche a un particular que luego tuvo que dejar abandonado”.

Es el día 20 de agosto cuando la Guardia Civil, después de localizar y entrevistar a las personas que pudieran conocer a Maris Meiers, tiene la certeza de que este hombre se encontraba en Santa Cruz de Tenerife, que frecuentaba los cibercafés y que se movía en tranvía.