El presunto asesino de la joven letona Kristine Z., que el lunes de la semana pasada apareció muerta en el municipio tinerfeño de San Miguel de Abona, regresó desde Letonia para perpetrar el crimen, después de que llevara a cabo reiteradas amenazas a través del móvil tras su separación.El sospechoso, Maris Meiers, de 44 años, fue arrestado ayer mismo en una tienda del centro de Santa Cruz de Tenerife.

Los agentes de la Guardia Civil encargados del caso descubrieron el mismo día del homicidio un coche abandonado junto al domicilio de la víctima. Al registrarlo vieron que contenía documentación de Meiers. «Consideramos que debió abandonar el vehículo con todos los documentos y objetos personales porque tuvo que cambiar de planes para llevar a cabo el presunto asesinato».
Los investigadores creen que el presunto asesino actuó con premeditación. «Sospechamos que volvió de Letonia con la intención de encontrar a su ex pareja, en el momento del hecho iba disfrazado, además de que había alquilado un coche a un particular que luego tuvo que abandonar», explicaron. El individuo tenía permiso de residencia en España, expedido en Valencia. Había estado trabajando en Barcelona, aunque en la actualidad estaba entregando currículum en varias empresas de la isla tinerfeña.
Los cinco tripulantes del pesquero ‘Mariñel’ de Hondarribia nunca olvidarán el susto que vivieron en la madrugada de ayer mientras faenaban cerca de las costas de Irlanda. Eran las nueve de la mañana y un fuerte temporal les había obligado a permanecer fondeados en alta mar a la espera de que amainase. De repente, un barco pelágico francés les embistió por la popa y provocó una importante vía de agua que amenazó con hundir el pesquero. Pasados unos primeros instantes angustiosos y, una vez garantizada la estabilidad del barco, se pudo comprobar la gravedad de los daños, que obligó a la tripulación a emprender rumbo a casa.
Un buque de salvamento que la Xunta de Galicia tiene en la zona se acercó para auxiliarles y les acompaña en su viaje de vuelta hasta que sea sustituido por un remolcador que ayer partió del puerto de Bilbao en su búsqueda. Por delante les espera tres días de navegación hasta llegar a su base en Hondarribia.