‘La china’ bondadosa

Minsu Ji defiende a los indocumentados y es una de las principales organizadoras de la marcha que exigirá este jueves el fin de las redadas; la dirigente desarrolla una intensa labor social en favor de trabajadores inmigrantes

El Universal, 25-08-2008

DENVER, Colorado.— En las céntricas calles de Denver los jornaleros le llaman La china. Una mujer de lánguida complexión pero de carácter volcánico que se ha convertido en la defensora de los inmigrantes indocumentados y en azote de congresistas como el republicano Tom Tancredo, a quien se ha enfrentado por sus campañas de odio antiinmigrante.

Hoy, Minsun Ji es una de las principales líderes de la marcha que tomará el próximo jueves las calles de Denver para exigir a los demócratas el fin de las redadas y el impulso de una reforma migratoria justa y comprensiva en los primeros 100 días del mandato de Barack Obama, en caso de que el candidato demócrata se haga con la victoria en las presidenciales de noviembre próximo. “Mi filosofía personal es que todos estamos en el mismo barco, que es el de los derechos humanos”, asegura esta mujer que aprendió a hablar en español desde que llegó a Estados Unidos con el fin aproximarse a una comunidad de la que ella misma se siente parte.

“Yo llegué a este país a trabajar codo con codo con cocineras o camareros mexicanos en los restaurantes. Vi de cerca su sufrimiento, sus historias de sacrificio en este país. Y hoy me siento honrada de trabajar para una gente a la que considero mi familia”, dice Ji, mientras trabaja en la organización de la marcha que concentrará a delegaciones de Texas, Arizona, California y Florida, entre otros estados.

Antes de llegar a Estados Unidos como estudiante, Minsun desarrolló una intensa labor social para organizar a trabajadores que trabajaban en condiciones precarias.

“Nunca pensé que estaría al frente de una organización como el Centro Humanitario para los Jornaleros y de un movimiento que hoy tiene ante sí una oportunidad histórica para hacerse escuchar por los dos candidatos a la Presidencia de Estados Unidos”, dice Minsun, mientras un discurrir de mensajes y correos asoman a su teléfono y computadora con las peticiones de decenas de organizaciones que llegarán de distintos puntos del país. “Ha sido un trabajo muy intenso para conseguir casas y locales para albergar a los grupos que nos concentraremos a primera hora del jueves frente a la sede de la Convención Nacional Demócrata para lanzar un basta contra las redadas, para exigir el fin de la persecución y exigir una reforma migratoria que termine con una de las peores campañas contra los inmigrantes”, asegura Ji.

Tras las marchas que sacaron a millones de inmigrantes indocumentados en la primavera de 2006, una coalición de congresistas consiguió que el entonces gobernador del estado, el republicano Bill Owens, firmara en 2006 iniciativas antiinmigrantes que criminalizaban no sólo a los indocumentados, sino a las organizaciones que les dan ayuda.

 

 

 
 

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