Será que yo no sé

El Correo, Mikel Rueda Sasieta. Bilbao, 25-08-2008

Será que yo no sé de esto, me decía a mí mismo mientras detrás de la estación de Abando veía atónito cómo unos ertzainas se llevaban detenida a una chica de origen asiático, que no podía dejar de llorar. ¿Su delito? Vender unas peligrosísimas rosas de plástico.
Es que la venta ambulante sin licencia es ilegal, me recuerda un señor al ver mi cara de incredulidad. Pero ¿no sería más efectivo perseguir a la gentuza que controla las vidas de estas vendedoras, en lugar de hacerles la vida imposible? El señor, algo solemne él, me diría que si trabaja así es porque ella quiere. ¿Usted se cree, le diría yo, que a esta mujer lo que más le gusta en la vida es ir disfrazada de bufón de la corte de los electroduendes aguantando a borrachos noche sí y noche también? Yo creo que no.
Ya, pero es un delito, me respondería firmemente. Claro, si en realidad tiene usted razón. Un delito nada comparable con la quema de cajeros o pintadas amenazadoras que unos niñatos insustanciales se dedican a realizar a diario con total impunidad. Es tan grave la actividad de esta chica, que las palizas, navajazos o robos de las txosnas quedan relegadas a un segundo lugar. El señor que está a mi lado se irrita y me dice con aspavientos: ¡Cállate, que tú no sabes de esto! Pues igual tiene usted razón, igual es que, de esto, yo no sé.

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