Varios internos de un centro de detención de inmigrantes sin papeles cercano al aeropuerto de Bruselas, sobre los que pesa una orden de expulsión, intentaron escapar ayer tras prender fuego a los servicios del edificio.

Las fuerzas de seguridad se desplegaron de forma masiva para frenar cualquier intento de evasión y ayer se desconocía si había heridos, según la agencia Belga. Los disturbios en la instalación, situada en la localidad de Steenokkerzeel, comenzaron la noche del sábado cuando varios internos provocaron un incendio. Entre los internos figura el ecuatoriano Rothman Salazar, de 19 años, que podría ser expulsado del país tras seis años viviendo en Bruselas junto a su familia.