Continúa el goteo de cayucos. En las últimas horas, tres embarcaciones arribadas a Motril, Tenerife y La Gomera dejaron 140 inmigrantes, entre ellos, una docena de menores. Un niño de tan solo 9 años viajaba a bordo del cayuco que llegó sobre las 23.00 del viernes a la playa de Fañabe (Adeje, sur de Tenerife), con 61 inmigrantes. Fue avistado por una patrullera de la Guardia Civil a 200 metros de la costa, pero los inmigrantes consiguieron esquivarles y llegar a la playa por sus propios medios. Los sin papeles fueron trasladados a la comisaría tras recibir asistencia médica. Tres de ellos tenían síntomas de hipotermia.

Otro cayuco con 56 inmigrantes, entre ellos, unos siete menores, arribó ayer a las costas de la isla canaria de La Gomera tras ser interceptado por un pesquero. Salvamento Marítimo trasladó a los sin papeles a la costa en buen estado, excepto uno de ellos que fue trasladado al hospital por un traumatismo.

En Motril, otro cayuco dejó ayer 23 sin papeles de origen subsahariano. Fueron los propios inmigrantes los que pidieron ayuda al servicio de emergencias por teléfono móvil después de que se averiara el motor de su embarcación a unas siete millas al sur de Castell de Ferro (Granada). Uno de ellos tenía múltiples quemaduras por todo el cuerpo.

Por otra parte, ya han sido repatriados los cadáveres de tres inmigrantes de origen marroquí que naufragaron a principios de año al intentar alcanzar la costa gaditana. El gerente del tanatorio de Los Barrios (Cádiz) explicó que la identificación de los cuerpos se ha prolongado mucho porque los costes corren a cuenta de las familias, que “no tienen medios y suelen desconfiar de las pruebas de ADN”.

Además, un inmigrante que intentaba entrar ayer en Ceuta a través del paso fronterizo de El Tarajal hirió ayer a dos guardias civiles al rociarles la cara con un disolvente. Los agentes fueron trasladados a un hospital con las córneas inflamadas y dados de alta poco después. El inmigrante fue detenido en el paso fronterizo.