Rubén Herrera

Madrid – El pesquero alicantino «Clot de I?llot», que el pasado jueves rescató a 47 inmigrantes subsaharianos en alta mar en aguas del Mediterráneo central a bordo de una patera, atracó finalmente hoy en el puerto de Trípoli (Libia) para desembarcarlos tras recibir la autorización de las autoridades del país. Pero la mayoría de los «sin papeles» se amotinaron en el barco y se negaron a salir al observar que no se encontraban en Europa, sino de nuevo en Africa. Finalmente, depusieron su actitud beligerante y abandonaron el navío, según han informado fuentes de la Delegación del Gobierno.

Niños y mujeres

A pesar de este inicial intento de motín, los inmigrantes, la mayoría de origen somalí y entre los que había gran cantidad de niños y mujeres, acabaron por ceder y abandonaron el pesquero. El armador, José Ruso, advirtió de que incluso «amenazaron con quemar el barco» y estaban «nerviosos y agresivos», informa Ep.

Cuando encontraron la patera en aguas internacionales, estaba «medio deshinchada»; hacía diez días que habían salido de la costa y ya habían muerto diez de ellos, que fueron arrojados por la borda. Una vez que el barco atracó en el puerto de Trípoli, algunos inmigrantes abandonaron el pesquero, pero un total de 33 se negaron a desembarcar. «Se han quedado dentro del barco, en la segunda cubierta, y de ahí no quieren salir», declaró el armador del barco, José Ruso. Para lograr que depusieran su actitud, los pescadores «negociaron» para ver si les convencían «poco a poco», hasta que finalmente, las conversaciones dieron resultado. Por su parte, el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Ricardo Peralta, mostró ayer su reconocimiento a la labor del pesquero de Santa Pola por asistir en alta mar al grupo de inmigrantes.


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