Blanca Oliva, de 42 años y nacionalidad ecuatoriana, es la ultima víctima por violencia doméstica. Fue asesinada el martes a tiros de escopeta por su pareja, Mauricio, en Ontinyent. Su hija Tatiana no se explica aún lo ocurrido. “Nosotros éramos una familia normal. Nos queremos mucho, pero mi padre ha tenido un momento de locura y nos ha tocado esta desgracia, como puede tocar a cualquier otro. Mi padre amaba con toda el alma a mi madre. Simplemente ha sido un grave error”, detalló la joven.

La hija, en nombre de toda la familia, añadió que están hartos de “las mentiras que se están diciendo”. “Nos están poniendo palabras que no las hemos dicho y contando cosas que no han pasado”.

A pesar de que algunos vecinos aseguraron que Mauricio era una persona muy posesiva y con celos enfermizos, los hijos lo desmintieron. “Era una pareja muy sólida que tenía los problemas normales en cualquier familia. Jamás habíamos presenciado un ataque por parte de él. Al contrario, era una persona realmente cariñosa”.

Tatiana aseguró que jamás ha habido “ni malos tratos ni orden de alejamiento”. “Mis padres estuvieron juntos hasta el último día de sus vidas. Mi madre no estaba con nadie más, porque eran una pareja muy enamorada, con un proyecto de vida en común”.

El hecho de que a Mauricio lo vayan a enterrar en Ecuador y no en Ontinyent, explicó Tatiana, “es una decisión de mi abuela (la madre del hombre), ya que, como no puede venir a España, nos ha pedido que por favor se lo dejemos tener cerca”. “Por este motivo hemos decidido enterrar a mi madre aquí, que es donde nos encontramos nosotros, y a mi padre allí, con la otra parte de su familia”.

Tatiana destacó que su padre siempre estaba “pendiente” de su madre. “Cuando salía de su trabajo, sin descansar, corría al bar donde estaba el resto de la familia para ayudar en lo que pudiera, pero no iba a vigilar a su madre”. “Los celos que pudiera tener mi padre eran algo normal, como cualquier pareja que se preocupa”.

Los restos mortales de Mauricio, que vivía con Blanca desde hace más de 10 años, todavía permanecen en el Instituto de Medicina Legal de Valencia, a la espera de que se autorice la repatriación a Ecuador.

El pequeño Ismael, el hijo de nueve años de la pareja que encontró los cuerpos sin vida de sus padres tras escuchar los disparos, se encuentra con sus hermanos. A pesar de la dramática situación que le tocó vivir, “está tranquilo y comienza a superarlo poco a poco con la ayuda de sus familiares”.


Medio millar de denuncias

Más de un millar de mujeres han pedido ayuda a los Centros Mujer 24 Horas de la Generalitat en el primer semestre de este año. De ellas, un 54,7 por ciento interpusieron denuncias contra su agresor. Con respecto al mismo periodo del año anterior, estos centros registraron un incremento de cerca de 170 mujeres atendidas.

El conseller de Justicia y Administraciones Públicas, Fernando de Rosa, destacó que la administración valenciana “pone todos los recursos a su alcance para terminar con la lacra de la violencia machista”. Destacó que son “las mujeres víctimas y su entorno las que tienen que dar el primer paso”. “La sociedad está cada vez más concienciada de que los malos tratos son un problema que nos atañe a todos”, añadió De Rosa.

La Generalitat dispone de tres de estos centros, uno por provincia. Durante los seis primeros meses de este año atendieron a 499 mujeres en Valencia, 335 en Alicante y 212 en Castellón. En la violencia de género el maltrato físico es la problemática más frecuente, con un total de 701 mujeres atendidas. El 62% denunciaron a su agresor.