Trance desesperado

Las Provincias, 23-08-2008

Las travesías a la desesperada que emprenden cientos de inmigrantes para tratar de huir de la pobreza y llegar a las costas de Europa han colocado en los últimos días en una posición complicada y arriesgada a la tripulación del pesquero Clot de I’llot, con base en Santa Pola.

Los marineros rescataron a cien millas de Libia a 49 inmigrantes a la deriva, los cuales se amotinaron después ante la posibilidad cierta de ser repatriados y tener que renunciar a sus expectativas de un futuro menos desolador que en sus lugares de origen. Finalmente Libia desembarcó a la fuerza a los inmigrantes amotinados tras amenazarles con echarles agua hirviendo.

El encomiable gesto de humanidad de los pescadores alicantinos constituye una hermosa respuesta a los retos que plantea, más allá de la burocracia, el tránsito de extranjeros dispuestos a jugarse una vida en la que ya no tienen nada que perder.

Pero trances como el que han tenido que afrontar los marineros del Clot de l’Illot pueden acabar llevando a otros barcos, como habrá ocurrido en no pocas ocasiones, a desentenderse de la suerte de los más desfavorecidos. Especialmente cuando a estos les aguarda un destino indeseado en sus lugares de origen.

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