Un barco de Santa Pola rescata una patera en Libia con 49 inmigrantes

El Mundo, A. S. MOLLA / D. ALBEROLA, 22-08-2008

La tripulación espera el permiso de Trípoli para desembarcar a los náufragos SANTA POLA. – De nuevo, la solidaridad de la tripulación de un pesquero de Santa Pola, el Clot de l’Illot, ha logrado salvar la vida de 49 inmigrantes que flotaban a la deriva en una precaria embarcación frente a las costas de Libia. Cuando el barco español los encontró, aquellos hombres, mujeres y niños, al parecer de origen somalí, viajaban apiñados en una zodiac «pinchada» que estaba a punto de hacer agua y se aferraban a una de las boyas de pesca, según relató Cecilia, la madre del patrón del barco, Héctor Ruso.


Al cierre de esta edición, el pesquero se encontraba a la espera de que se autorizara el desembarco de los inmigrantes, puesto que las negociaciones con las autoridades de Libia estaban «congeladas», según informó el consulado de España en el país norteafricano.


El hallazgo de la patera se produjo el miércoles por la mañana en aguas internacionales, a unas 100 millas de Trípoli (Libia). El joven patrón del barco, que tan sólo tiene 20 años, decidió subir a bordo a los inmigrantes, que se encontraban «medio muertos», tal y como declaró su padre, José Ruso, armador del Clot de l’ Illot.


Al parecer, en la zodiac viajaban otras 10 personas que murieron durante el trayecto por las condiciones extremas que tuvieron que soportar. «Fallecieron los más débiles, una mujer embarazada y varios niños», aseguró Ruso. Algunos inmigrantes se encontraban en muy mal estado de salud. De hecho, dos de ellos tuvieron que ser evacuados en helicóptero debido a la gravedad de su estado.


Entre las personas que navegaban en la patera hay al menos dos mujeres de unos 20 años y unos cinco o seis menores, según contó ayer la madre del patrón del barco. Nada más subir, los marineros los arroparon con mantas y el cocinero les hizo un guiso para calentarlos. Un marinero extranjero que habla inglés fue el puente para comunicarse con los inmigrantes, que «chapurrean» este idioma.


En un primer momento, la tripulación del pesquero, formada por 11 personas, se puso en contacto con la patrulla costera italiana de la isla de Lampedusa, por ser la más próxima al lugar. Según José Ruso, las autoridades italianas les dijeron inicialmente que acudirían a socorrer a los inmigrantes, pero sobre las 15.00 horas les informaron de que no lo harían porque «no estaban bajo su jurisdicción».


Finalmente, las autoridades libias dieron permiso a la embarcación para acercarse a una milla del puerto de Trípoli, donde permanecían a medianoche de ayer a la espera de que se permita el desembarco de los inmigrantes.


El padre del patrón señaló también que Salvamento Marítimo y la embajada de España en Libia están realizando gestiones para que esto se produzca cuanto antes. El Ministerio de Asuntos Exteriores corroboró esta información. Ruso confió en que las negociaciones se desbloquearan lo más pronto posible, porque el agua a bordo ya se había acabado y los alimentos escaseaban. A esto se une el aumento del nerviosismo de los inmigrantes, que «no quieren bajar al puerto», aseguró.

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