Mcallen, Texas, EE.UU. Un ex agente de la Patrulla Fronteriza se declaró culpable, el martes, de haber golpeado con su pistola a un indocumentado guatemalteco en la cara, y de haber encañonado a otro inmigrante en la cabeza, mientras lo interrogaba.

Santiago Pérez, de Edinburgh, reconoció ayer en un tribunal federal en Houston las acusaciones de que violó los derechos civiles de dos indocumentados, mientras trabajaba como agente de la Patrulla Fronteriza, en el sur de Texas, en el 2006 y el 2007.

“Aquellos que prometen defender la ley también están obligados a acatarla”, expresó el fiscal Don DeGabrielle, en una declaración el martes. “Se ha reconocido y aceptado una injusticia en el reconocimiento que hizo este ex agente el día de hoy”, afirmó.

Pérez, de 28 años, sacó al migrante esposado de su vehículo, lo hizo arrodillarse y le preguntó en dónde iba a recoger a los ilegales que estaba contrabandeando. Cuando el indocumentado negó ser un contrabandista, Pérez le puso una pistola en la cabeza y lo golpeó.

En el incidente del 2006, Pérez usó exceso de fuerza para atrapar a un inmigrante guatemalteco cerca de Falcon Heights, al noroeste de Roma.

Pérez podría ser condenado hasta a 10 años de cárcel.

AP