Egipto prohíbe los trasplantes de órganos entre cristianos y musulmanes

La medida ha sido impuesta por el Sindicato Médico conla excusa de reducir el mercado negro

El Correo, 20-08-2008

El Sindicato de Médicos egipcio ha prohibido el trasplante de órganos entre cristianos y musulmanes. Sin esperar siquiera a que se termine de debatir en el Parlamento una nueva ley que regularice la donación y el trasplante de órganos y penalice su tráfico, el Sindicato, controlado por los fundamentalistas Hermanos Musulmanos, ha aprobado la medida, que ha justificado como un intento de poner trabas al mercado negro.

La decisión ha irritado tanto en iglesias como en mezquitas, donde temen que incite a una mayor tensión sectaria. «Todos tenemos la misma sangre egipcia, y si el motivo de la medida es prohibir el tráfico de órganos, la rechazamos porque también pueden comprarse y venderse entre fieles de la misma religión», manifestó ayer el obispo Marcos, uno de los portavoces de la Iglesia copta.

Para Marcos, la decisión del Sindicato es «muy grave», ya que puede conducir a otros pasos como prohibir las donaciones de sangre entre cristianos y musulmanes o impedir a un médico que examine a un enfermo de distinta religión. «Tenemos miedo a que en el futuro acabe habiendo hospitales para cristianos y otros para musulmanes», dijo el representante de esa confesión cristiana, cuya comunidad representa un 10% de la población egipcia, que supera los 76 millones de habitantes.

Tensión religiosa

Según las nuevas instrucciones del Sindicato de Médicos, no están permitidas las donaciones de órganos entre cristianos y musulmanes. Y cualquier médico que viole la norma y permita ese tipo de operaciones será interrogado y castigado por el Sindicato.

«Todo es para proteger a los musulmanes pobres de los cristianos ricos que les compran sus órganos y al revés», justificó el director del Sindicato, Hamdi El Sayed. La prohibición, aseguró, busca «impedir cualquier intento de engañar a los enfermos y robarles sus órganos, sobre todo si ocurre entre cristianos y musulmanes, porque en este caso sí abre la puerta a una crisis entre ambas comunidades».

Sn embargo, para algunos ulemas será precisamente la nueva medida la que incitará a la tensión religiosa. El experto Abel Moti Bayumi, miembro del Centro de Estudios Islámicos de Al Azhar – la más prestigiosa institución musulmana del mundo árabe – , aseguró que dicha prohibición «instigará a la discriminación entre un musulmán y un cristiano que viven en el mismo país».

Tanto la iglesia como la mezquita lamentaron que el Sindicato haya adoptado tal medida sin consultarla antes con ambas confesiones, en un país donde la convivencia entre cristianos y musulmanes es cada vez más frágil.

Por su parte, la Unión Egipcia para los Derechos Humanos ha presentado ante un tribunal cairota una denuncia contra el Sindicato de Médicos para pedir que se anule la prohibición. Su director, el abogado Naguib Gibrael, consideró que la medida es «discriminatoria, ya que viola los derechos humanos, la Constitución y la unidad nacional».

Gibrael acusó a los Hermanos Musulmanes y su «fuerte control islamista del Sindicato» de estar detrás de la nueva norma y de «secuestrar el poder legislativo. Si el Sindicato no anula la medida, habrá más conflictos entre cristianos y musulmanes», advirtió.

Recientemente se han sucedido los enfrentamientos sectarios. El más grave de ellos ocurrió en junio pasado en el monasterio de Abu Fana, en el Alto Egipto, en el que siete monjes resultaron heridos por un ataque de musulmanes.

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