CÓRDOBA. La mayoría de los inmigrantes que viven en Córdoba optan por quedarse en la ciudad pese a la crisis económica y el aumento del desempleo que se está produciendo, ya que
la mayor parte son personas que llegaron hace más de cinco años a Córdoba y ya se encuentran arraigados en la ciudad.El director de la Asociación Pro-Inmigrantes (APIC)-Andalucía Acoge en Córdoba, José Manuel Fernández, explicó que la crisis «está haciendo mella» entre los inmigrantes, pero en el caso de Córdoba «nadie quiere irse» dado que se trata de personas «que han apostado por un proyecto y que, aunque han pasado momentos muy duros durante unos años, ahora están asentadas».
Según Fernández, el contacto con este colectivo les ha permitido constatar que esta situación de arraigo afecta tanto a los que están legalmente en la ciudad como a los irregulares. Córdoba, prosiguió, lleva cinco años estancada en lo que a inmigrantes se refiere, ya que están empadronado 17.500 y se calcula que hay de 3.000 a 4.000 irregulares.