SEVILLA. El sueño de alcanzar Europa ha hecho que, en lo que va de año, cerca de 1.800 personas hayan arriesgado sus vidas en el pasillo marítimo que separa España de África. Los últimos casos se dieron ayer mismo: cinco embarcaciones interceptadas con un total de 150 inmigrantes a bordo, varios de ellos menores. Además, dos inmigrantes irregulares de origen magrebí fueron detenidos el domingo en Torregorda (Cádiz). Los dos varones indocumentados y mayores de edad fueron puestos a disposición del Cuerpo Nacional de Policía para su repatriación.
En el primero de los cinco casos ni siquiera se puede hablar de embarcación: siete varones que viajaban en una colchoneta con remos fueron interceptados a cuatro millas de la costa de Algeciras durante la madrugada del domingo. Los inmigrantes presentaban síntomas de hipotermia y, tras recibir asistencia médica, fueron conducidos a la Comisaría de Algeciras.
Horas más tarde eran interceptadas dos pateras frente a las costas del término municipal de Tarifa, una de ellas con 35 inmigrantes a bordo y la otra con cinco ocupantes. Todos eran varones y mayores de edad. Según la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, los 40 se encuentran en «buen estado de salud», aunque uno de los ocupantes tiene roto un dedo de la mano y otro de ellos presenta una pierna hinchada.
A la deriva
Durante el mediodía de ayer, Salvamento Marítimo rescató a 36 personas de origen subsahariano que navegaban a la deriva a bordo de una embarcación localizada al sur del litoral de Adra. Entre los ocupantes de la patera hay al menos cuatro menores de edad y cuatro mujeres.
A última hora fue localizada una patera frente a costa de Motril (granada) con unos 70 indocumentados de origen subsahariano, entre ellos varios niños de corta edad.
Con los inmigrantes localizados durante el día de ayer y el domingo, son más de 1.850 las personas que han cruzado el Estrecho en pateras u otras embarcaciones menores tratando de alcanzar el sur de España de forma ilegal. Casi nada parece poder detenerlos, y los horrores que algunos han llegado a padecer durante el trayecto se dejan ver en los rostros demacrados de los que han sido rescatados en peores condiciones. Mujeres embarazadas y niños de muy corta edad han sido protagonistas de algunas de las mayores tragedias de este verano, como las que se vivieron en el Mar de Alborán.
Las costas de Motril han sido, durante este verano, el punto de llegada mayoritario. En lo que va de año el municipio se ha encargado de trasladar a su puerto 15 embarcaciones con más de 700 inmigrantes a bordo, de los que sólo unos cuantos eran de origen magrebí y el resto subsahariano.
Mientras cientos de personas siguen sufriendo daños durante el viaje o perdiendo la vida, los centros de acogida no dan abasto paraofrecerles alojamiento. Al otro lado, miles de ellos aún sueñan con llegar.