E. Pastrana
Madrid – Un vuelo rutinario fletado ayer por el Ministerio del Interior  para deportar a inmigrantes irregulares desde el aeropuerto de Madrid – Barajas hasta Lagos, la capital de Nigeria, se convirtió ayer en una pesadilla para setenta policías españoles que esperaban estar de vuelta a casa en la noche de ayer y se encontraron con que las autoridades nigerianas no dieron la autorización para que el mismo avión de regreso despegara del aeropuerto del país africano y les trajera a España.
Los setenta agentes, que tenían como misión custodiar a 45 inmigrantes deportados, despegaron del aeropuerto madrileño de Barajas sobre las 11 de la mañana en un avión de la compañía privada Swiftair. «Los trámites de repatriación se hicieron con normalidad, no hubo ningún incidente y las autoridades nigerianas no pusieron ningún obstáculo», manifestó a LA RAZÓN desde Lagos uno de los policías que se vieron implicados en el incidente. El problema surgió a la hora de regresar cuando les comunicaron que no podían volver a Madrid a las 23:00 horas, como estaba previsto, porque Nigeria «no daba permiso para volar», explicó.
«Calor insoportable»
«Estamos a pie de pista junto al avión en el que hemos traído a los inmigrantes, pero no podemos  acudir a la terminal porque no nos autorizan. Tampoco podemos ir a dormir a un hotel porque carecemos del visado que exige Nigeria para entrar en el país», se quejaba a las 21:00 horas de ayer el mismo agente.
«Estamos desamparados, sin información, y creemos que no podremos regresar a nuestras casas hasta mañana. Esta es una situación completamente irregular, creemos que se trata de un error, pero lo peor es que tendremos que dormir en el avión, donde hace un calor terrible, por eso muchos hemos optado por salir fuera del avión, porque es insoportable estar allí mucho tiempo», añadió.
El agente, que confirmó que todos los Policías Nacionales que habían intervenido estaban vacunados y que el protocolo de repatriación  se había desarrollado con total normalidad, explicó que esperaban cenar el catering  del que estaba provisto el avión y que supuestamente les iba a traer de vuelta a casa.
«Es un error»
«Creemos que es un error, y en alguna ocasión nos ha ocurrido algo parecido, pero nunca había tardado tanto en resolverse una situación de estas características», añadió.
El agente explicó, además, que el cónsul de España en Nigeria había intentado hacer gestiones en el aeropuerto para resolver con celeridad la situación  pero «nadie nos ha dado ninguna explicación de lo ocurrido ni el porqué carecemos de planes de vuelo. Por otra parte, si regresáramos con la misma tripulación, se estarían incumpliendo los tiempos de descanso y sería una situación de riesgo para nosotros».
El policía relató, además, que entre los agentes que se habían desplazado hasta el país africano había una «enorme indignación» por la espera.
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