El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estimó que en el mundo existen 25 millones de niños desplazados, ya sea en sus países de origen o en otras naciones, debido a guerras, persecuciones políticas, violencia o intolerancia religiosa, lo que representa 35 por ciento del total de los refugiados en todo el orbe.

La oficial de Información Pública del ACNUR en México, Mariana Echandi, aseguró que de esa cantidad la agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sólo atiende y da asistencia a 9 millones de niños desplazados.

Entrevistada tras la presentación del libro infantil La pequeña Carlota –editado por el ACNUR, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y el Ministerio de Trabajo e Imigración del gobierno de España, y que narra la historia de una niña refugiada– la funcionaria de la ONU señaló que los niños refugiados, sobre todo los que viajan solos, “son altamente vulnerables” debido a que corren riesgo de explotación laboral y sexual, asaltos, trata de personas, violaciones a sus derechos humanos, separación de sus padres y hasta ser reclutados por militares en zonas en las que existen conflictos armados.

Echandi explicó que un refugiado es una persona perseguida en su país de origen que busca protección ya sea fuera de éste o permaneciendo en el mismo, pero movilizándose hacia otras regiones. En caso de que los desplazados lleguen a otra nación, ésta debe brindarles protección en su territorio de acuerdo con el derecho internacional.

Agregó que, en comparación con otras naciones, en México –por años caracterizado por ser un país de asilo– existen sólo 102 niños refugiados originarios de diversas naciones, que representan 6 por ciento de las poco más de mil 800 personas en esa condición viviendo en el país.

Los niños que han obtenido refugio en México principalmente provienen de Colombia, Haití, Camerún, Senegal, Somalia e Irak, informó. Agregó que en América Latina, Colombia es la nación de la que más gente huye por diferentes motivos, sobre todo ligados a la persecución y la violencia. “Más de 3 millones de personas son desplazadas dentro de la propia Colombia, y alrededor de 500 mil colombianos se han refugiado en otros países”.

Refirió que los infantes refugiados se enfrentan además a adversidades como la reincersión a las prácticas sociales “para recomenzar con la normalidad de sus vidas lo más pronto posible” y a las actividades escolares. Otro conflicto que en ocasiones enfrentan es que no hablan el idioma del país que les acoge.

Agregó que los refugiados han comenzado a utilizar las mismas vías y mecanismos que los migrantes para trasladarse entre países, lo que representa un riesgo más debido a que, si a los refugiados se les deporta a su lugar de origen, su integridad física y sicológica puede ponerse en riesgo. Por tanto, el ACNUR –dijo– se mantiene en contacto con las autoridades migratorias de muchos países, entre ellos México, para determinar quiénes de los migrantes necesitan protección por hallarse en riesgo en su patria.

Previamente, José Luis Gutiérrez Espíndola, director adjunto de vinculación del Conapred, informó que debido a la discriminación e intolerancia contra “el diferente”, en muchas ocasiones los refugiados que huyen de la violencia, encuentran nueva violencia de la ciudadanía del país que les brindó asilo.