Una banda falsificaba pasaportes a prostitutas brasileñas para que parecieran turistas

Los delincuentes cobraban hasta 500 euros por estampar sellos falsos en Barajas

Las Provincias, K. DE LA HOZ, 15-08-2008

La policía puso fin ayer a las andanzas una de banda que se dedicaba a falsificar pasaportes de prostitutas brasileñas para que pareciesen turistas y así pudiesen legalizar su residencia irregular en España. La operación ha permitido detener a 84 personas, la mitad, miembros de la banda de falsificadores y las prostitutas beneficiadas por la manipulación de documentos, y la otra mitad, inmigrantes que estaban en situación ilegal en España y fueron descubiertas durante la redada. El primer grupo está acusado de falsificación documental y el segundo de infracción a la ley de Extranjería.

La mecánica del fraude era sencilla. La organización disponía de sellos falsificados de entrada y salida del territorio Schengen, el espacio común europeo gracias a la cual todos los ciudadanos de países de la Unión Europea pueden circular libremente, y de tampones para reflejar las supuestas fechas de llegada y retorno al país de origen.

Con estos elementos, similares a los utilizados en los controles policiales del aeropuerto de Barajas, podían simular periodos sucesivos de estancia legal en España de tres meses, el tiempo máximo autorizado a un turista cualquiera. Bastaba con estampar en un pasaporte una salida ficticia para, días después, registrar el retorno a España, que legalizaba una nueva estancia de tres meses.

El sistema de los falsificadores servía tanto a la extranjeras que habían llegado a España desde otro país de la Unión Europea – por lo que carecían de sello de entrada internacional – como a las que, agotados sus tres meses de estancia legal como turista, se quedaban en situación irregular.

La banda delictiva disponía de un grupo de intermediarios que, de forma periódica, recorría los clubes de alterne para ofrecer sus servicios. Unas veces regularizaban a las recién llegadas, carentes de cualquier tipo de sello, y otras los estampaban en pasaportes de personas que ya, en ocasiones anteriores, habían utilizado su organización. Cobraban a las prostitutas entre 300 y 500 euros por los sellos fraudulentos.

La investigación policial se inició a principios de año, cuando la Brigada Provisional de Extranjería y Documentación detectó un importante número de pasaportes con sellos falsos. Las portadoras eran, en su mayoría, mujeres de origen brasileño que ejercían la prostitución en clubes de alterne madrileños. Tras meses de pesquisas, los agentes de la Policía Nacional lograron identificar a parte de los delincuentes. Entre los primeros detenidos se encontraba un presunto falsificador identificado como Rafael M. P., de 21 años, y dos encargados de recorrer los bares ofreciendo los servicios de la organización, que responden a los nombres de Lucién F. P,. de 31 años, y Sandra María V., de 38. La localización de parte de las casas de la banda y la vigilancia de los clubes permitió la captura del resto de los sospechosos.

El último detenido fue el brasileño Donizete José T., presunto cabecilla de la banda. Durante la investigación, los agentes policiales requisaron los sellos falsos y fechadores, y justificantes de envío de dinero a Brasil.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)