La Comunidad espera un castigo severo para las agresoras de la niña ecuatoriana

ABC, , 14-08-2008

MADRID. El consejero de Inmigración y Cooperación de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, manifestó ayer su «satisfacción y alegría» por la detención de las adolescentes supuestamente implicadas en la agresión a la niña ecuatoriana, grabada en vídeo el pasado 23 de julio en las fiestas de Colmenarejo, y esperó que tengan un juicio justo y un castigo «muy severo».
Lasquetty denunció que conductas de este tipo carecen de «sentimientos y cualquier mínimo de conmiseración humana, merecen un castigo muy duro tenga la edad que tenga quien lo ha hecho; en este caso eran perfectamente conscientes del daño que estaban haciendo».
Contactos y solidaridad
«Desde el primer día que tuve conocimiento, a través de la prensa, del vídeo que había aparecido, me puse en contacto con la alcaldesa de Colmenarejo, con la delegada del Gobierno y con el embajador de Ecuador para expresar la condena rotunda del Ejecutivo regional, que expresó también la presidenta, Esperanza Aguirre», declaró el consejero.
Asimismo, Lasquetty señaló que se ha puesto en contacto con la familia de la niña agredida para transmitirles «la solidaridad y el apoyo» del Gobierno regional y también para ofrecerles «cualquier tipo de apoyo psicológico o de cualquier tipo que la Consejería de Inmigración pudiera prestar», aunque señaló que de momento no han solicitado nada.
«Con independencia de las motivaciones que tuvieran las atacantes, que las tendrá que determinar la Justicia, se trata de una joven ecuatoriana que fue tratada de una manera salvaje por otras chicas. Lo que no puede haber nunca es impunidad para este tipo de conductas, tengan la edad que tengan», insistió el consejero.
315 niños saharauis
Por otra parte, Lasquetty se reunió ayer en el Parque de Atracciones con los 315 niños saharauis del programa «Vacaciones en Paz», que organiza la Asociación Amigos del Pueblo Saharaui de Madrid y que cuenta este año con una aportación del Gobierno regional de 40.000 euros. Desde hace nueve años esta iniciativa brinda unas vacaciones a los niños provenientes de campamentos de refugiados.

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