Un taxista secuestrado se libera al provocar un accidente

Las Provincias, JUAN VICENTE MUÑOZ, 12-08-2008

José Ángel Ortega, un taxista de Jaén de 63 años, salvó la vida el pasado fin de semana gracias a un accidente provocado con su propio vehículo. Tras ser secuestrado por cuatro ciudadanos rumanos, embistió con su propio taxi contra dos coches de un control de la Guardia Civil en la localidad ciudadrealeña de Santa Cruz de Mudela.

El infierno que vivió este profesional del volante, con 30 años de experiencia y próximo a la jubilación, se inició en la capital jienense cuando cuatro rumanos – tres hombres y una mujer – requirieron su servicio para trasladarse a la cercana localidad de Torre del Campo.

El taxista fue atracado a los pocos minutos de iniciar el recorrido, pero la intención de los delincuentes iba más allá de obtener un botín económico: querían que los guiara hasta Madrid y desde allí hasta Santander. Ortega fue obligado a sentarse en los asientos traseros de su vehículo mientras uno de los rumanos se hizo con el volante. Durante la primera hora de viaje tuvo que escuchar la conversación de sus secuestradores en la que discutían sobre cuándo, cómo y quién lo mataría.

Cuando el taxista pensaba que disfrutaba de sus últimos minutos de vida, su instinto de supervivencia le hizo reaccionar después de 113 kilómetros recorridos. A lo lejos, vio un control rutinario de la Guardia Civil. Ortega se abalanzó entonces contra el conductor y de un volantazo hizo que su taxi chocara contra dos vehículos del instituto armado. Los cuatro rumanos se dieron a la fuga a pie mientras el taxista se ponía a salvo no sin haber sufrido antes dos puñaladas en la espalda.

Los agentes persiguieron a los cuatro secuestradores y lograron dar caza a tres de ellos, dos hombres de 20 y 21 años y una mujer de 28. Los agentes siguen buscando al cuarto secuestrador.

La víctima del frustrado secuestro lamenta que el dispositivo de emergencia instalado en su taxi hace poco no funcionara. “Pensé que me iban a matar, y cuando vi que el control no nos paraba me tiré al volante”, relata Ortega.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)