Canarias, en manos de las ONG ante el abandono del Gobierno

Más de 1.200 menores inmigrantes que no pueden ser repatriados esperan en los saturados centros de las islas

La Razón, Miguel Carbonell, 11-08-2008

Miguel Carbonell
Madrid – El goteo de inmigrantes trae de cabeza, un año más, a los gobiernos canario y central, que han pedido a las demás comunidades que acojan a algunos de los más de 1.200 menores que saturan los centros de internamiento de las islas. La ley casi siempre impide su repatriación cuando no vienen acompañados de sus padres.
La Consejería de Bienestar Social del Ejecutivo autonómico trasladó a la Península a finales de julio a los primeros siete menores llegados este verano. Con una edad que ronda los 17 años, viven ya en un hogar gestionado por la ONG Fundación Insert en Alicante.
Es la mejor salida posible para los jóvenes africanos, porque el archipiélago está «saturado». Según fuentes de Cáritas, que gestiona numerosos centros de acogida, los inmigrantes «vagan por las calles» de muchos municipios canarios – con un índice de población subsahariana de hasta el 30% – debido «a la crisis», por lo que «buscan refugio» en los centros, que «nunca tienen camas libres».
Sólo once menores han sido trasladados a la Península o Baleares este año, frente a los 265 del pasado y los 231 de 2006. Canarias mantiene en muchos casos su tutela y asume los costes de manutención, según la consejera del área, Inés Rojas. En años anteriores, el Ministerio de Trabajo se encargaba de los menores. Incluso asumía su tutela y los gastos. Ahora, trabaja con Senegal y Mauritania, principales países de origen, para poder repatriarles.
Ignorada por el Gobierno y sin obtener ofertas en firme de las CC AA, Canarias depende hoy por hoy de las organizaciones humanitarias. El proceso para el traslado fuera de las islas incluye la presentación de proyectos de inserción sociolaboral por parte de las ONG, habitualmente en pisos tutelados o residencias de estudiantes.
«El objetivo es que, cuando cumplan los 18 y abandonen el centro, puedan salir adelante», relatan desde la Consejería. «La mayoría recurren a redes familiares», aseguran. Entretanto, Interior tramita su permiso de residencia permanente o NIE, el equivalente al DNI para los inmigrantes «legales».
Los africanos saben que la minoría de edad puede ser su salvocunducto para entrar en el «paraíso» europeo, por lo que tratan de simular una edad inferior a los 18 para evitar su repatriación cuando son interceptados.
Un examen óseo, en el que les miden los huesos de la muñeca para calcular su edad «con meses de diferencia», decide si entran a un centro de inmigrantes con billete de vuelta, a cargo del Estado y gestionados por la Policía Nacional, o a uno de menores, de ámbito autonómico y gestionado por los Servicios Sociales, con posibilidades de que su estancia en Europa se convierta en indefinida.
Enviar
0 Comentarios
Más fotos

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)